Los samurái eran antiguos guerreros japoneses que luchaban con sus katanas para defender el honor del emperador. Surgieron en el siglo X, pero su mayor apogeo fue durante el siglo XII en las Guerras Genpei. Si bien esta clase de guerreros estuvo formada por hombres, también existieron mujeres que empuñaron armas para defender el hogar, la familia y el honor. Las Onna-bugeisha, las guerreras japonesas olvidadas.
Mucho antes que los samurái tomaran más renombre, los guerreros eran capacitados en las arte de la katana y las lanzas. Las mujeres, por su parte, fueron instruidas para el uso de la Naginata (arma de asta), el Kaiken (daga japonesa) y el Tanto Jutsu. Esto fue debido a que en algunas aldeas de Japón, la presencia de hombres era mínima y se necesitaba formar un ejercito más grande. Fue el comienzo de las Onna-bugeisha.
La falta de guerreros masculinos obligó a poner entre sus filas a mujeres. Esto ocurría principalmente en las aldeas menos pobladas de Japón. Una de estas mujeres que demostró gran espíritu en las batallas fue Jingu, quien después se transformaría en emperatriz. Jingu lideró una invasión contra Corea, debido a que su marido, el emperador Chuai, cayera en batalla. La batalla que lideró Jingu tuvo resultados positivos y regresó a Japón con la victoria y el honor en sus manos.
La exitosa invasión a manos de la ahora Emperatriz Jingu trajo toda una reforma económica que hizo trascender su nombre. En 1881, muchos años después de su muerte, la Emperatriz Jingu se transformó en la primera mujer en aparecer en los billetes de un banco de Japón.
En el campo de batalla, los Samuráis y las Onna-bugeisha luchaban a la par. Su principal diferenciación eran las armas que utilizaban. Mientras los hombres, al tener mayor fuerza muscular utilizaban katanas en un combate más cercano, las mujeres utilizaban sus Naginata las que al ser más livianas y tener un alcance mayor, les permitía batallar con mayor destreza y seguridad.
La Naginata, al ser tan usada por las Onna-bugeisha, se transformó en un ícono de la mujer guerrera, creando así muchas escuelas sobre el uso de la Naginata y se perpetuó su asociación a las mujeres, a pesar de que también estaban instruidas en el uso de la katana y también hacían uso de ella.
Lamentablemente la industria cinematográfica no ha tomado en cuenta el papel de las Onna-bugeisha o mujeres samurái, dando mayor importancia al hombre como rostro de las luchas cuando luchaban con el mismo honor a su lado.
Ahora les dejo un pequeño registro fotográfico e algunas de ellas.
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