El fin de la selección académica implementada por la reforma educacional trajo consigo el problema de las filas, donde apoderados deben pasar días a la espera de poder matricular a sus hijos.

Las imágenes de gente acampando son recurrentes afuera de los estadios antes de un concierto, donde los más aperrados pasan días con tal de estar en primera fila para demostrar devoción absolutas a sus artistas favoritos. Sin embargo, desde marzo esta escena ha sido recurrente en establecimientos educacionales donde los padres literalmente deben pelear para asegurar un mejor futuro a sus hijos según los cánones educacionales presentes en colegios y liceos de excelencia.

Desde el viernes 4 de agosto, esta situación llegó a los medios en un grupo compuesto por 16 apoderados han acampado, cocinado y dormido en las afueras del Colegio Santa María de los Ángeles en La Cisterna para asegurar un cupo a sus hijos dentro de la institución.

Si bien la situación refleja las falencias de la reforma educacional al reemplazar el fin de la selección académica por un sistema que conlleva hacer días de filas tan solo para optar a la posibilidad de tener un cupo, también nos demuestra que los niños están sujetos a un sistema de competitividad vergonzoso ya que todos los apoderados presentes en el colegio se encontraban peleando por un cupo en kínder.

Pese a la competencia explícita que señala que la ley del más fuerte se aplica desde que entras al colegio, los apoderados presentes se mostraron resignados ante la situación y justificaron el hecho de pasar días bajo el frío de invierno debido a que el Colegio Santa María es un establecimiento particular subvencionado de excelencia desde el año 2016.

“Esto lo hacemos netamente para que estén en un buen colegio y lamentablemente es esto o tómbola. Aunque se haga el medio sacrificio, yo creo que uno como mamá o papá, por tus hijos quieres lo mejor”, señaló una madre que se encontraba en el lugar a radio Cooperativa.

“El colegio es de la congregación franciscana, entonces la espiritualidad que tienen los niños acá es distinta a los otros colegios”, agregó otra apoderada.

La situación es similar a lo ocurrido el mes de junio, donde cerca de 300 apoderados hicieron fila durante la noche para postular a los 272 cupos disponibles en el colegio Salesianos de Alameda. Semanas después, el colegio Rafael Sanhueza Lizardi de Recoleta también vivió la misma situación.

La primera etapa de postulación en el colegio Santa María de los Ángeles privilegiaba a los hermanos de alumnos ya matriculados con anterioridad en el establecimiento. El segundo nivel del proceso es por orden de llegada y hoy desde las nueve de la mañana hasta el medio día se entregaron las fichas de inscripción. Los apoderados que no hicieron fila durante tres días como en este caso, quedarán en lista de espera.