Su último sencillo cuenta la historia de un hombre que, con la pandemia, se reinventó plantando marihuana y vendiéndosela a sus amigos. Pero, ¿qué tanto es ficción y qué tanto es parte de su propia historia? En conversación con POUSTA, el artista describe cómo se reinventó él durante este periodo a través de un documental, un programa en formato late show y haciendo clases de música, pero de lo que sí está seguro, es que nada podría empeorar el 2022.
“De sobrevivir hablamos y sobre morir no quiero hablar”, dice una de las líneas centrales que Pedro Subercaseaux, más conocido como Pedropiedra, escribió en su reciente sencillo “Estado vegetal”, el cual relata la experiencia de un hombre que se reinventó con la pandemia, aunque de manera más bien particular.
“Habla sobre la reinvención de un tipo que plantaba marihuana, cannabis, con el objetivo de vendérsela a los amigos. Ese es el negocio que inventa, es como algo medio Breaking Bad”, comenta el artista en conversación con POUSTA. Y si bien, aquella canción que estrenó este mes retrata una historia ficticia, el compositor comparte algunas similitudes con el protagonista de la serie, el mítico Walter White.
Tanto “Estado vegetal” como el sencillo “Sonámbulo” que publicó en diciembre de 2021 y que en su portada comparte la misma estética que el ya mencionado, fueron cocinados inicialmente por él en su casa, con una guitarra, un bajo y una batería.
Según comenta, a diferencia de su última entrega discográfica, Aló (2020), la cual describe como envuelta en una “pared de sonido, que a pesar de que suena súper limpio y minimalista, en verdad tiene montones de capas”, estos temas son “más bien crudos”, más aún en el caso de “Estado Vegetal”, en donde recita las palabras con un estilo alejado del clásico “rapeo a lo Pedropiedra”.
“Ponte tú, esa voz a lo (Bob) Dylan en pasta base es la que grabé para el demo. Después no la pude reproducir así en el estudio. Ahora me la aprendí bien y sé que tengo que poner la garganta, pero quedó registrada así y dejamos esa para la versión final”, cuenta, “muchas veces del registro inicial al último hay algo que se pierde en el proceso, como que ese perfeccionamiento de estudio resta frescura. Fue súper importante tomar esa decisión aunque suene peor grabada, porque transmite mucho más”.
Asimismo, añade: “empecé a ponerle más color, a actuar un poco. Me puse en la piel de un personaje, jugando a ser intérprete”.
Pero a pesar de que la historia de aquel tema es ficticia, Subercaseaux también ha pasado por un proceso en el que se reinventó en los últimos dos años.
Cuando tenía todo listo para estrenar Aló, -al cual también apoda como “El disco maldito”- tuvo que postergar la fecha a causa del estallido social y cuando pensó que podía realizar un concierto de lanzamiento, llegó la pandemia.
“Lo único bueno es que este año no puede ser peor que los dos anteriores, eso ya es una buena noticia”, declara a POUSTA.
Aun así, aquello no lo detuvo: publicó el documental Sueños por cumplir (2020) dirigido por Mario Benavente y Nino Aguilera, en el que presentó canciones que abarcan desde el pop en temas como “Amar en silencio” hasta el reggaetón en otros como “Perdido en Viña del mar”, y en el que contó con las colaboraciones en vivo de músicos como Álvaro Henríquez y Gepe.
También protagonizó una serie en formato late show llamada Aló a través de Youtube, en la que alcanzaron a emitir 8 capítulos. Y Junto con ello, hizo clases de música a cerca de 100 alumnos, a quienes distribuía en grupos de a seis.
“Fue súper entretenido. Afortunadamente, todas esas actividades estaban relacionadas con la creación. Incluso, para el programa aprendí a editar. Había tiempo y ganas de hacer cosas”, comenta.
Respecto a la posibilidad de colaborar con nombres urbanos de géneros como el trap, para así aventurarse de la misma manera en que lo hizo con el reggaetón a través “Perdido en Viña del Mar”, Subercaseaux cuenta que lo ha conversado con cantantes del género en situaciones informales, pero que hasta el momento, ninguna de esas ideas se ha concretado en una sesión de grabación.
Aun así, detalla que cuando Cristián Heyne y él trabajaron con Xander para producir el tema “Sueños por cumplir” de Aló, notaron que, en esta escena, los músicos “manejan conceptos completamente distintos en torno a todo lo que es armonía y partes de la canción”. “Tienen como su propia internet en la cabeza, es muy bacán”, dice al recordar cómo aquel artista manejaba los controles en el programa FL Studio.
Y a pesar de que a lo largo de su carrera ha colaborado con nombres como Jorge González, Álvaro Henríquez, Javiera Mena, 31 Minutos, Gepe, Pillanes, Los Bunkers y Chancho en Piedra, entre otros, considera que hacerlo con las nuevas generaciones “es una deuda pendiente”. “Aunque no me invitan los más chicos tampoco”, añade risueño.
Con el reciente lanzamiento de “Estado vegetal”, su presentación en Lollapalooza Chile el sábado y el proceso de composición de un nuevo álbum que describe como “largo y colorido”, y que aún no tiene fecha de estreno, Subercaseaux continúa con su actividad creativa.
“Dentro de toda la dispersión que me caracteriza, creo que he encontrado ya una sonoridad que me tiene súper contento. Estoy trabajando este disco con muchas ganas y tiempo, siento que será como ‘mi disco maduro’”, sentencia.