Pepo a sus 21 años tiene un cv impactante, desde Inglaterra, donde se fue a estudiar, nos compartió en primera persona su historia y su visión de mundo: “Movilizarse se convirtió en algo necesario y esto fue impulsado por mi generación a través de Internet“, asegura.

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“Llegué al mundo de la fotografía de puro curioso. Siempre fui súper creativo y sentí gran comodidad en crear a través de lo digital. Partí un día con una cámara point & shoot a los 14 y después de eso no lo dejé más. Partí trabajando cuando estaba en 1º Medio, el 2010, en editoriales de moda con mi amigo y productor Esteban Pomar y recién llegué a estudiar algo relacionado con arte el 2014, cuando me vine a Inglaterra”.

Movilizarse se convirtió en algo necesario y esto fue impulsado por mi generación a través de Internet

“El proceso de la fotografía es bien variado, pero para mí siempre parte desde alguna problemática feminista o sociopolítica, de los estudios de forma/color y la exploración de las mecánicas de la práctica misma. Para mi es esencial amarrar el concepto a algo substancial y político, porque así el trabajo adquiere relevancia y logro ponerlo en contexto. Aunque mi trabajo se mueva en espacios de moda y mi fotografía se comporta dentro de la industria, empiezo buscando inspiración e ideas fuera de ella. No trabajo desde alguna tendencia específica sino que parto por alguna inquietud y después miro diseñadores y estéticas de temporada”.

“Este no es un trabajo que se hace solo. Para mi el trabajo en equipo es tan necesario como tener la cámara el día de las fotos; con cada persona con la que trabajo hacemos algo distinto y personal. También elijo con cuidado con quién decido crear y colaborar, porque hay que fluir y entender las ideas del otro y eso no es fácil. Todos forman parte y contribuyen equitativamente”.

Irme de Chile fue algo así como renacer. Estaba muy cómodo con lo que tenía, lo conocía todo y sentía que no tenia desafíos. Estaba súper frustrado porque me limitaban demasiado la creatividad.

“Irme de Chile fue algo así como renacer. Estaba muy cómodo con lo que tenía, lo conocía todo y sentía que no tenia desafíos. Estaba súper frustrado porque me limitaban demasiado la creatividad y encontraba que todos estaban en la industria por el dinero y la pantalla: faltaba amor y no sabía como crear cosas nuevas. Me vine a vivir a Londres a los 19 y no fue hasta entonces que me di cuenta de lo infeliz que era en Chile. Si no me iba de Santiago nunca iba a abrir la mente y crecer de la manera que lo hice acá. Lo que más me hizo crecer fue estar lejos de lo habitual, estar completamente solo. Ahí es cuando te vez haciendo cosas que nunca antes te imaginaste haciendo”.

“Desde muy chico me moví en círculos de gente mayor que yo. Siempre fui super maduro en relación a la gente de mi generación y no tenía muchos amigos de mi edad hasta como los 14 años. Eso me llevó a ser super introspectivo y muy curioso con mi entorno. Cuestionaba todo y a todos; era y soy super atrevido. Mi adolescencia fue muy rara, porque estaba atrapado entre gente que solo veían la PSU como su motor principal en la vida y gente con la que trabajaba que tenían 6, 10 o hasta 15 años más que yo. No di la PSU, solo me importaba crecer como fotógrafo”.

“Estar entre Londres y Santiago hace que mi relación con mis amigos sea mayoritariamente por Internet. La inmediatez que nos trajo este no creo que deba ser abordada como algo malo o bueno, sino algo que trajo una revolución en todas las prácticas artísticas y en la manera que se nos entrega la información. Nos volvimos una sociedad extremadamente visual y eso cambió la manera en que usamos y pensamos la fotografía. Surge la democratización de la imagen al esta ser accesible y (re)producible por todos. El problema con la rapidez es que al querer publicar todo de manera inmediata, algunos creativos apresuran el proceso creativo de una obra y eso termina dañando la totalidad de su práctica. Personalmente, me causa ansiedad, nunca me aguanto y termino lanzando todo de una”.

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Deconstructing Gender por Pepo Fernández

“Creo que es hermoso lo que está pasando hoy con la gente en Chile. Que ya no se acepte que nos metan el pico en el ojo. Los jóvenes nos sentimos responsables de nuestro futuro y el de Chile. Hace 10 años que empezó el movimiento estudiantil y eso potenció manifestaciones de todo tipo. Hace solo unas semanas que fue la marcha por las AFP y hace no mucho fue la de la despenalización del aborto. Falta tanto tanto en temas de educación y ese es el origen de todos los problemas de nuestro país. Ya nadie cree en falsas promesas, por lo que la presión hacia los políticos del país crece y seguirá creciendo hasta que logremos el país que todos queremos. De esto salieron y saldrán nuevos líderes con ideales frescos, respondiendo a lo que Chile realmente quiere y necesita”.

“Hoy más que nunca mi generación tiene una voz para comunicar y manifestar ideas y eso se debe al amplio uso de las redes sociales. Nuestros padres jamás tuvieron los espacios o habilidades comunicativas que nosotros tenemos, estamos ultraconectados el uno con el otro y con lo que pasa en el resto del mundo, movilizarse se convirtió en algo necesario y esto fue impulsado por mi generación a través de internet. Nosotros publicamos lo que pasa en el momento, no hay edición ni alguien que censure el contenido como lo hacen los medios controlados por empresarios y políticos. Tenemos el poder de la verdad y la inmediatez”.

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“Aunque suene cursi, yo no elegí ser fotógrafo: la fotografía me eligió a mí. Lo veo tanto como una bendición y como una maldición. La fotografía es una manera de pensar. Yo no soy fotógrafo por tener una cámara, sino por la manera en que miro las sombras en una pared, a la persona que está sentada al frente mío en el metro, la manera en que hablo e incluso cómo me relaciono con la gente. También me encanta enseñar, tengo harta paciencia y creo harto en el poder de la colectividad. Si es que tengo que volver a Chile me gustaría empezar una escuela de fotografía y moda. Mucha de la gente con la que trabajo se queja a diario de que la industria funciona pésimo y que es muy limitante. Creo que es nuestro deber como creativos jóvenes potenciar el cambio y construir la industria que todos tanto queremos ver. Me siento responsable del significado de mi imagen y el impacto que este tiene en la sociedad actual”.

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