Es demasiado triste lo que está pasando en Estados Unidos.

Es triste, es desgarrador, pero es cierto que los tiroteos masivos en Estados Unidos ocurren demasiado seguido. Tanto así que al parecer no son algo que interrumpan en demasía la agenda del Presidente Donald Trump.

Esto, de nuevo, es triste, es desgarrador y pone en un estado de ánimo de total confusión y miedo respecto del futuro del mundo, pero es cierto.

Es bien probable que durante el fin de semana te hayas enterado de que un hombre identificado como Robert Bowers entró disparando a una sinagoga de Pittsburgh, gritando consignas antisemitas y matando a un total de 11 personas y dejando heridas a 6.

Las declaraciones del Presidente Trump minutos después del evento fueron muy en su clásico estilo des-cerebrado, comentando que los hechos eran muy tristes, pero que también caía responsabilidad en la sinagoga por “no estar suficientemente protegida”.

Si eso no te suena suficientemente descorazonado y fuera de toda capacidad de empatía y sentido común, lo que viene después te va dejar mal.

Horas después de ocurridos esos terribles hechos, Trump no solamente no suspendió sus actividades de “Make America Great Again Tour” llamadas “rally” que son visitas a ciudades que hace el presidente, muy parecidas a actividades de campaña.

Raro, como todo lo de Trump. Pero más raro aún es que lo primero que dijo Trump al llegar a Indiana fue bromear. Si. Bromear con el hecho, diciendo que “casi tuve que cancelar este evento porque estoy teniendo un mal día de pelo (bad hair day), porque tuve que estar dando una conferencia de prensa por un hecho desafortunado, pero saben que, creo que se me ve mejor así el pelo, y así todos al menos saben que es mío”.

Si. ¿Pero saben lo peor? Hay más.

Luego el evento siguió y en un momento la organización usó la canción “Happy” (“Feliz”). Probablemente la canción más jodidamente desubicada para usar en un evento el mismo día que un ataque racista mató a 11 personas en el país que presides.

Pero lo hizo. Porque…bueno porque es Trump.

Según consignó el Hollywood Reporter, el cantante y productor, lógicamente se enojó bastante y le pidió a su abogado que le escribiera al Presidente una carta expresando su desacuerdo.

“El día del asesinato de 11 seres humanos en manos de un desquiciado “nacionalista” usted usó la canción “Happy” en un evento politico en Indiana. No hubo nada de “feliz” respecto a esa tragedia que enlutó a nuestro país el sábado y no hubo permiso de nuestra parte de usar la canción para ese propósito”.

El abogado Howard King dijo que Williams no ha ni nunca dará permiso a Trump para usar públicamente ninguna de sus canciones, advirtiéndole que deje de usarlas pues está infringiendo las leyes de derechos de autor.

Durante la noche de ese mismo día, mientras las familias de las víctimas y en realidad todo Estados Unidos seguía en scock por lo sucedido, Trump tuiteaba que estaba viendo un partido de baseball.