Cuesta conectarse luego de una semana en la que todo Chile celebra a su manera: no importa si no tomas terremoto u odias la carne, la semana pasada hizo que millones de personas olvidasen sus responsabilidades haciendo de este lunes uno de los más duros del año.
Por eso esta noticia resulta aún más difícil de digerir, porque mientras todos veíamos los memes sobre borrachos y peleas en las fondas y noticias sobre el barrio Meiggs y sus disfraces de cueca para perritos, se anunció algo completamente incongruente: Sebastián Piñera recibirá un premio por sus esfuerzos por preservar el medio ambiente.
La situación fue dada a conocer la semana pasada y la entrega del galardón será en Estados Unidos. En específico, el presidente será premiado por su “liderazgo innovador para abordar el cambio climático, y su enfoque pragmático en las políticas públicas y la recuperación económica durante un período de enorme incertidumbre en la región”.
Pero este premio cuenta con diversas incongruencias que necesitamos dar a conocer como una forma de dar a entender al gobierno que los esfuerzos para la preservación del medio ambiente en Chile son urgentes; vivimos una crisis climática sin precedentes, y los esfuerzos por mitigarla deben ser reforzados en lugar de premiados.
La situación en Quintero continúa
A un año de la tragedia catalogada como el “Chernobyl Chileno” donde miles de personas -principalmente niños- resultaron gravemente intoxicadas por los gases contaminantes de las plantas ubicadas en Quintero y Puchuncaví, las personas siguen presentando signos de intoxicación crónica.
A fines de agosto de este año, más de 40 menores acudieron hasta el CESFAM tras presentar dolores de cabeza y mareos tras sentir un “olor a cloro y azufre”. Mientras tanto, el gobierno señaló durante este mismo periodo y tras una exhaustiva investigación que “no se pudo determinar la procedencia de los compuestos orgánicos volátiles” que causaron la situación dentro las localidades señaladas.
El apoyo del gobierno a la política de Brasil
La quema del Amazonas -que tiene fines políticos y económicos- ha puesto en jaque la posición del gobierno sobre cómo dejar de lado las diferencias para priorizar la conservación del medio ambiente. Jair Bolsonaro retiró ciertas leyes que generaron la tala indiscriminada de la selva además de su quema para producir soja (principal fuente de alimentación de la industria ganadera). Brasil señaló que la quema del bosque más grande del mundo se debe a las ONG europeas y sus intereses por los recursos de Brasil. Esta política ha sido apoyada por Sebastián Piñera incluso durante la cumbre del G7 celebrada al momento de los sucesos.
“Chile está muy contento de colaborar y organizar la ayuda de otros países, siempre respetando la soberanía de Brasil y al presidente de Brasil” afirmó.
Ley de Glaciares
Las regiones sudamericanas que presentan este tipo de estructura natural, han perdido el equivalente a nueve millones de piscinas olímpicas en los últimos 10 años. Chile es un de los países más afectados, sin embargo, la ley que busca su protección cuenta con resquicios que podrían favorecer su explotación para que diferentes mineras puedan proliferar en estas zonas.
“Presentamos un proyecto de ley para proteger a los glaciares, pero lamentablemente el Ministerio de Minería, en una política de negacionismo total al Cambio Climático, intenta bloquear la iniciativa. Parece que es contagiosa la lógica de Trump y Bolsonaro de negar la evidencia científica y sólo defienden la rentabilidad de las grandes mineras” sostuvo Guido Girardi, senador que mostró evidencia de cómo las máquinas de explotación minera se han acercado de forma paulatina a las áreas donde se encuentran los glaciares.
Desde la Cumbre de los Pueblos emitieron un completo comunicado explicando también los motivos por los que creen que este premio carece totalmente de sentido.
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