Podría tratarse de un fake news como ocurrió con la ballena azul hace un tiempo, pero no es el caso. El uso de los polvos de ángel o PCP no es reciente, aunque su comercialización se ha expandido en el último año gracias a la facilidad con la que puede ser traficada.
Las drogas sintéticas han tenido un auge gracias a que muchas legislaciones en diferentes países no han tipificado su uso como un delito especifico; lo anterior se refleja con el consumo de “tusi” u algunos derivados de la marihuana sintética. Sin embargo, los polvos de ángel tienen una característica que se diferencia de otras drogas recreativas y es su composición altamente adictiva.
Los polvos de ángel -conocidos formalmente como fenciclidina- nacieron en la primera guerra mundial como anestésico y las autoridades no tardaron en descubrir sus efectos adversos prohibiendo su consumo en 1950.
Sin embargo, en países de América Latina su uso se ha extendido en aplicaciones de citas como Grindr al ser una droga que potencia el efecto del alcohol.
El ‘PCP’ es un polvo muy fino de color blanco, similar a la cocaína. Puede ser consumido de distintas formas. El uso de altas dosis de PCP puede causar síntomas de psicosis que simulen una esquizofrenia, como delirios, alucinaciones, paranoia, pensamiento desordenado, sensación de lejanía con el ambiente y catatonia
El mismo usuario que denunció la situación compartiendo los pantallazos de Grindr, conversó con “El Clóset” aseverando que la droga se vende por no más de 14 dólares (poco más de 8 mil pesos chilenos).
En altas dosis, el PCP tiene efectos similares al de la burundanga. A veces, es consumida con éxtasis, una práctica conocida como “Elephant flipping”.
“La verdad les comparto esto para que tengan cuidado con sus ligues, con sus encuentros casuales, sepan a quien meten a su casa y con quien se van de antro. Claro, no es algo nuevo que les esté recomendando y algunos dirán que tampoco tienen encuentros sexuales casuales, perooooo esto me dejo muy inquieto. CUÍDENSE MUCHO Y COMO DIRÍA EL COMERCIAL HACE AÑOS, «MUCHO OJO, CUENTALE A QUIEN MAS CONFIANZA LE TENGAS» sostuvo el usuario que compartió la información.
Los riesgos de su consumo prolongado son en boca de quienes lo han sufrido encontrarse como “cristalizados”, con el pensamiento embotado, con pérdidas de memoria, disminución de reflejos,dificultad para hablar y pensar, pérdida de peso, depresión, dificultades de concentración y trastornos emocionales.