La semana pasada se dio a conocer la noticia sobre lo nutritivo que puede ser desayunar pizza en comparación de un tazón de cereales con leche y el mundo enloqueció.

Vamos a convenir en que la mejor pizza es la que sobra para la mañana del día siguiente -sea fría, vegetariana o con piña-. Además, el informe cayó como anillo al dedo al darnos cuenta que todo este tiempo hicimos un bien para nuestro cuerpo sacándonos de encima con un suspiro la culpa de nuestra incipiente glotonería.

Pero el énfasis de la investigación -si es que realmente hubo una- no tenía la intención de incrementar el consumo de comida italiana durante la mañana. De hecho, era replantear nuestros hábitos alimenticios dejando claro que un trozo de comida chatarra es técnicamente igual de dañino que un aparentemente inofensivo tazón de cereales con leche.

Un trozo de pizza (solo uno) es reemplazable por un desayuno promedio tan solo si se prepara con una masa específica y contiene una alta cantidad de proteínas, algo que el mercado promedio no otorga. Tampoco vivimos en la época de la colonia para levantarnos al alba y llevar nuestra masa piedra al horno de barro que tenemos en nuestro patio, transformando la recomendación de desayunar pizza en una utopía.

Los cereales llegaron a nuestra mesa durante los años 90, cuando Chile se abrió definitivamente al mercado anglo cambiando para siempre nuestros hábitos alimenticios ¿Qué niño no querría imitar el desayuno de sus personajes favoritos de la televisión después de todo?

Con el correr de los años surgió la advertencia sobre las cantidades de azúcar concentradas en técnicamente todas las marcas de cereales que podemos encontrar en los supermercados. Sus límites sobrepasan la porción diaria de azúcar recomendada para adultos, y el problema se incrementa considerando que el público objetivo de este producto son niños.

Además de su baja calidad nutricional, los cereales envasados que conocemos y su alta cantidad de aditivos provocan problemas tanto inmediatos como a largo plazo.

Estos son cereales de verdad.

“Los cereales envasados intentan esconder los químicos en su composición añadiendo vitaminas y minerales además de reemplazar la azúcar refinada por estevia no evitando que su consumo sea recomendable o nutritivo” asegura la nutricionista María Paz Vásquez.

pizza versus cereal
Via Fatsecret: Comparativa nutricional. A la izquierda Corn Flakes y a la derecha un slice de pizza de pepperoni.

“El problema de consumir tales cantidades de azúcar en la mañana provoca que los niños se vuelvan hiperactivos e inquietos además de necesitar más azúcar a corto plazo” agrega.

La recomendación nutricional es consumir 5 gramos de azúcar en cualquier tipo de porción que se ingiera durante el día.

“Los cereales predilectos del mercado chileno sobrepasan con creces esta media incluso en cantidades pequeñas: 30 gramos de Zucaritas contienen 12 gramos de azúcar refinada; Chocapic -que cambió su fórmula por estevia-  se mantiene en la media de los 5 gramos en la misma porción; Milo -cereal promocionado para deportistas- tiene 10,4 gramos de azúcar en menos de una taza de cereales”.

Con estas cifras, hasta una hamburguesa sería más nutritiva que un tazón de cereales con leche para el desayuno.

Y ni hablar de acompañarlos con jugos “naturales” envasados que, según la profesional, tienen de todo menos fruta

“Es agua compuesta de azúcar, químicos y estabilizantes” asegura para afirmar que el consumo sostenido de estos alimentos puede provocar diabetes y enfermedades que implican tratamiento de por vida.

Los cereales recomendados a la hora de desayunar finalmente son los que nos han dicho hasta el cansancio, pero son lamentablemente aburridos: avena, y todos los que reemplazan el desayuno americano como la chía y otros granos.

“Las hojuelas de maíz son cereales que tienen aditivos con azúcar pese a que adicionen estevia a su composición. Lo ideal es comer avena con frutos secos en la mañana” sostiene Vásquez.

Como país tenemos la ventaja de tener una alternativa completamente saludable convirtiéndonos en la envidia mundial gracias a su abundancia: la palta.   

El fruto/ensalada es considerado el alimento completo predilecto del mundo ¿Quién quiere pizza o cereales cuando podemos disfrutar casi a diario de sus bondades? si se acompaña con pan integral de granos enteros, un pan con palta se perfila como el desayuno que todos necesitamos para partir el día. Gracias palta por tanto (y que lástima que estés tan cara)