Este año Taylor Swift volvió luego de lo que parecieron dos semanas de anonimato. Su disco anterior, Reputation, la embarcó en un tour mundial de éxito comercial cosechando varios hits como ocurrió con Look what you make me do y Delicate.

Sin embargo, la antesala de su séptimo disco titulado “Lover” ha sido tibia en comparación con sus trabajos anteriores (o por lo menos en lo que respecta la llegada de sus dos primeros singles a los charts de todo el mundo).

La canción “Me!” no logró conseguir la primera posición como ocurrió con Blanck Space y otros éxitos primerizos de la artista que mantuvieron la marca Taylor Swift como la más importante del mundo del pop (no por nada solo ella y Adele han sido las únicas mujeres en la historia de los premios Grammy en ganar el premio a mejor disco del año).

Con “Me!” Taylor intenta dejar atrás la imagen oscura de Reputation retomando los colores pasteles y los sonidos casi infantiles. El segundo single de la artista, lanzado durante el mes del orgullo homosexual, causó muchas más polémicas de las que se esperaban (incluso para los estándares de una artista que se ha defendido de sus agresores de forma pública durante un prolongado periodo de tiempo).

Este vez con “You need to calm down”, Taylor fue vilipendiada por la comunidad homosexual que a través de diferentes columnas de opinión publicadas en BuzzFeed y Vice, afirmaron que la artista intentaba usar al público gay como estrategia de marketing y capturar un flujo de seguidores que nunca ha sido muy afín a la artista.

Sin embargo, Taylor se apresuró a dejar atrás la polémica de su segundo lanzamiento desplegando sus dardos en contra de Scooter Braun, manager de Ariana Grande y Justin Bieber a quien Swift acusó de comprar los derechos de sus primeros 6 trabajos.

La pelea fue pública y no llegó a resolución alguna. Sin embargo, y tras otro mes dentro de esta nueva carrera por potenciar “Lover”, Taylor publicó su tercera entrega.

Y la verdad es que puso nuevamente a los críticos a sus pies.

The Archer es una balada lenta, repleta de metáforas. Es un sonido espacial e introspectivo, y la misma artista ha dicho que el número 5 de sus álbumes siempre incluye a su canción más personal y especial. Este es el caso de The Archer, a quien le corresponde tal lugar.

Sin más preámbulos, te dejamos lo nuevo de Taylor Swift, antes de que escale hasta la cima de los conteos como ha ocurrido desde siempre.