Shows en México, España y un Caupolicanazo son solo algunos de los hitos que marcaron el 2022 de Princesa Alba que, con 25 años, pasó de ser considerada un meme a ser un emblema de la musica chilena. Hablamos con ella sobre su pasado como carne de cañón, su presente y su nueva era, una que podría llevarla a las tierras del K-pop.
Para Princesa Alba, el 2022 fue un año intenso. Shows en México y España abultaron la agenda de la artista que no paró de presentarse en los escenarios chilenos y, junto al estreno de “Ya no soy tu baby”, una canción que ella misma describe como veraniega y bailable, la cantante, compositora y productora ejecutiva -entre otros roles que ocupa- de 25 años cierra exitosos doce meses firmando un contrato con Sony Music Chile que justifica la sonrisa permanente en su rostro.
Pero, mientras cierra este ciclo, su último single representa el inicio de una nueva era de su carrera. Volcándose a nuevos sonidos, cercanos a ritmos como el merengue y referencias más claras, como Proyecto Uno y Mekano, la emblemática hincha de Colo-Colo levanta la mirada y apunta a nuevos horizontes, pensando incluso en la posibilidad de hacer carrera en Corea del Sur.
Conversamos con ella y la acompañamos en una retrospectiva que recorre sus más de cinco años de trayectoria. Una carrera que comenzó siendo carne de cañón y que le valió ser considerada un meme, pero que hoy la posiciona como uno de los nombres más relevantes de la música chilena, llegando a ser nombrada una de las 100 mujeres líderes del 2022, según El Mercurio, y que le permite exigir el respeto por el que tanto ha trabajado.
Hola Trini, ¿cómo estás?
“Contenta porque, la verdad, es que este 2022 ha sido increíble para mí, para mi carrera. Así que sí, muy contenta en general. Me encantan los fines de año.
También estoy feliz porque este 2022 se termina con “Ya no soy tu baby”, que es un single veraniego que, para mí, marca el inicio de una nueva era de mi música, más juguetona, volviendo a ser bailable. Al videoclip, dirigido por Javiera Eyzaguirre, le ha ido súper bien, ha tenido súper buena recepción y también he tenido la oportunidad de cantar la canción en varios lugares a lo largo de Chile y ha tenido buena recepción, la han cantado caleta, así que feliz”.
¿Qué estabas escuchando cuando hiciste la canción?
“Esto fue en septiembre, cuando fui a México. Fui a trabajar y allá era verano y volví a escuchar cosas que escuchaba cuando chica, como Proyecto Uno y Mekano, todas estas cosas dosmileras, y fue muy bacán porque trabajé con Julián (Bernal), un productor colombiano que también manejaba todas estas referencias, y yo le contaba que en Rancagua se bailaba “Latino”, que era un fenómeno y me decía “¡¿qué, en serio?, esa canción nadie la conoce!” Y yo le decía “sí, allá es heavy, la bailan y todo el mundo se la sabe” y me respondía “¡qué risa!”. Entonces, yo le dije “ya, quiero hacer un ‘Latino’ versión Princesa Alba“, y así nació”.
¿Te gustaría que en unos años más alguien dijera eso mismo de una de tus canciones?
Sí, obviamente me encantaría. Me encantaría quedarme en el inconsciente de la gente e ir perdurando en la historia.
Otro hito de tu 2022 fue tu participación en Music Bank, que tuvo un final bien abrupto por la lluvia de ese día ¿Cómo fue esa experiencia?
“Fue un claroscuro porque, al principio, fue muy bacán para mí poder acercarme a KBS, que es la televisión nacional coreana, poder aprender coreano, poder encontrarme a mis idols. Entonces fue una experiencia muy bacán poder verlo desde adentro y, de ahí, quedó la cagá y fue súper triste porque yo quería que la experiencia fuera increíble para todos y no pudo ser así. Me preocupaba mucho la seguridad del público, incluso la seguridad de los idols. Me daba cosa que les pasara algo en Chile y que el mundo se quedara con esa imagen. Fue súper agridulce en verdad”.
¿Si te volvieran a contactar para ser host de un festival como Music Bank, qué dirías?
“Depende de todo. Yo quiero acercarme harto al K-pop de manera más formal. Por qué no ir a Corea, ser una trainee, no sé, meterme a algún intensivo de K-pop. Pero sí, tendría que evaluarlo, porque hay que ver que toda la producción esté OK”.
En esta nueva etapa que comienzas con “Ya no soy tu baby” ¿tienes proyecciones en el extranjero? ¿en Asia, por ejemplo?
“Estaba pensando eso hace un ratito. Me encantaría hacer un micro tour por Asia. Obviamente nadie me conoce allá, pero me encantaría. Pero sí, en cinco años más me imagino, ojalá, siendo alguien en Corea“.
Con cinco años de carrera ya te convertiste en alguien en Chile. Suenas en todo el país y todos te hemos escuchado y, al menos, tarareado una de tus canciones. Te ganaste un nombre, pero ¿siempre te has sentido respetada en el mundo de la música nacional?
“No. Al principio, no tenía el respeto de la industria, ni de nadie, quizás. Porque, efectivamente, yo me hice viral con “Mi only one”, que es una canción que grabé en el Monumental y se viralizó por mucho tiempo y la gente pensaba que yo era un meme y eso me costó mucho profesionalmente, poder salirme de ese estigma. Recuerdo que la gente de la industria no me tomaba mucho en serio. Pensaban que no iba en serio.
Fue un recorrido largo para ganarme el respeto y ser alguien en la industria. Creo que, recién después de estos cinco años, puedo mirar en retrospectiva y pedir, no sé si respeto, pero ya llevo mis años en la industria. Soy compositora, soy productora ejecutiva, hago mis videos de repente, hago gráficas, hago de todo. Así que, la verdad es que sí, creo que a esta altura puedo pedir un poco de respeto”.
¿Cuándo dijiste “sí, ahora me gané el respeto”?
“Hace un tiempo, te hubiese dicho que cuando saqué “Convéncete”, pero ahora que lo miro en retrospectiva, eso era recién el inicio de una etapa en la que estaba siendo un poco más reconocida y siendo un poco más validada por la gente. Pero ahora que me preguntas, en verdad, quizás lo de Coldplay también fue una piedra angular en ese proceso, porque eso es reconocido mundialmente.
Mucha gente en México me escribió, así como muchos productores y personas de la industria diciendo “¡wow, no puedo creer que estés teloneando a Coldplay, felicitaciones!”. Es como a big deal. Entonces sí, yo creo que cada pasito que voy dando, es un paso más para sentirme alguien en la industria”.
En el 2018 dijiste a The Clinic que te gustaba ser carne de cañón y hablaste del hate que recibiste al principio de tu carrera. ¿Cómo recuerdas esa etapa?
“La verdad es que, si uno pudiese deshacer y rehacer la historia, sería todo muy distinto, pero en verdad estoy súper agradecida del proceso. Pero si hubiese hecho las cosas diferentes, quizá no estaría donde estoy ahora. Y creo que sigo no arrepintiéndome de ser carne de cañón. O sea, ahora veo entrevistas de chicas que están partiendo en la industria y que dicen que yo soy uno de sus referentes porque cacharon que uno puede hacer música desde la vereda más como “hazlo tú mismo” y puede grabarse desde la pieza, no pertenecer a un sello, no ser parte de una multinacional. En ese sentido sí, creo que me gustó ser carne de cañón y generar ese precedente en la historia de la música chilena, como esa niña que pasó de ser un meme a tomar el toro por las astas y hacer una carrera“.
¿Sientes que en Chile faltan medidas que cuiden a las personas del hate?
“Oh, qué buena pregunta. En verdad, no sé. Creo que habría que evaluar cómo es la ley. Quizás también atentaría un poco al derecho de libre expresión. Creo mucho en el poder de la gente, de ir generando un diálogo y que la misma gente vaya instalando temas de conversación. Por ejemplo, en los comentarios de mi foto o los comentarios de mi video. Recuerdo que en “Mi only one” comentaban sobre mis pechugas y yo no intervenía y ahí una feminista contestaba ‘amiga, no deberías hablar de un cuerpo ajeno’.
Por ejemplo, cuando teloneé a Coldplay, mucha gente decía “Princesa Alba no debería estar ahí, no me gusta su música”, y yo creo que está totalmente bien que piensen eso. Yo intento dar lo mejor de mí en el escenario y hacerme valer y demostrar lo mucho que amo la música. Sí cumplo un rol de frenar el hate y de no colaborar con eso, pero de ahí a condenar a gente por eso, no se me hace muy democrático“.
¿Qué te parece el Chile que muestran los matinales y la televisión nacional?
“Desde muy chica que soy buena para la tele. Siempre vi el matinal y las noticias. En un momento también estudié audiovisual, entonces tenía pruebas de actualidad. Estaba viendo el matinal mientras me arreglaba para venir para acá y sí, creo que es la fórmula de siempre y lo que pasa siempre. Siempre ha sido la tónica, que hay delincuencia, que hay algo malo en Chile. Siempre hay alguna cagada y, obviamente, se tiene que cubrir.
Es complicada la pregunta. Yo, como artista, no sé si tengo mucha relevancia, pero hay un montón de cosas que hacer y confío en el gobierno, en que se está avanzando en todos esos ítems y el tema de la delincuencia, el tema de equidad de género, medio ambiente, energía. Confío en que pronto las cosas van a estar mejor“.
Este año fuiste a México, a España, estuviste en Lollapalooza, te nombraron una de las 100 mujeres líderes del año y acabas de firmar con Sony Music Chile ¿Crees que tocaste techo?
“No, yo siento que estoy en un 30%, me queda un 70% de cubrir mi carrera. Llevo cinco años, pero siento que son los primeros cinco años de mi vida. Me siento una adolescente en la música, todavía me falta llegar a mi madurez. Pretendo tener toda una vida en la música. Entonces estos son los primeros cinco años de 30, 40 ó 50. Este es mi primer disco y quiero tener cinco discos… o más, diez. Creo que siempre tengo un poco de insatisfacción, obviamente estoy contenta por este año, fue increíble, pero sé que me aguarda mucho más para el futuro”.
¿Con qué sueñas ahora?
“Siempre tengo como meta ir a Coachella. Eso está en mi cabeza 24/7″.