1) Una mujer no es puta por coger “mucho”, ser promiscua o coger con todos/as menos con vos.

2) La vida sexual de las mujeres que conozco (y de las que no) no me interesa.

3) Mi opinión sobre la vida sexual de una mujer carece de importancia.

4) Que una mujer lleve una vida sexual diferente a la mía, no la hace mejor o peor que yo, ya que este tema pertenece a su intimidad y no al dominio público.

5) Salvo las filias y casos especiales (pedofilia, zoofilia, etc), todas las sexualidades están bien. Aun así, 3)

6) Puedo no estar de acuerdo con la elección sexual de una persona, eso no la hace equívoca. Mi opinión habla más de mi que del otro.

7) Si no conozco a una mujer y alguien me comenta que es una puta, puedo usar los puntos 1), 2) y 3) para decidir qué hacer.

8) Hablar mal de otras mujeres siendo mujer, no hace más que colaborar con un problema antiquísimo de violencia de género y misoginia. Podría, mejor, optar por analizar primero lo que voy a decir y ver si realmente lo pienso o viene de cuestiones machistas incorporadas.

9) No. No estoy obligada/o a llevarme bien con todas las mujeres, pero puedo dejar de juzgarlas por su sexualidad, elecciones personales, aspecto, peso, etc. De esa forma, ya estoy haciendo un cambio que también me va a favorecer a mi.

10) No debo juzgarme, culparme o mirarme bajo una visión machista. Son ideas viejas que debemos descartar. Este es un buen momento para hacerlo. Erradicar el machismo empieza también por casa. Si no tenés algo para aportar, al menos no restes.

Erradicar el machismo empieza también por casa. Si no tenés algo para aportar, al menos no restes.


Por Vic Fabrice / Lyla Peng

(Si estás en Chile, nos vemos a las 19:00 hrs en Plaza Italia en la Marcha contra la violencia de género.