George Downing es un asiduo usuario de Tinder, además de fotógrafo. Él retrató a los chicos que conocía por la app en sus espacios más íntimos: sus habitaciones. La aplicación de citas rápidas también tiene su lado dulce.
Deslizar a la derecha la fotografía de una persona desconocida pero atractiva a la vez en Tinder, te abre un mundo de posibilidades; terminar en su casa, aún más. La colección de retratos de los chicos que conocía George Downing terminaron por darle forma y vida a su primer libro, Hosting.
En una entrevista que tuvo Downing con I-D, cuenta cómo fueron los primeros pasos que tomó para realizar esta arriesgada serie fotográfica.
Con la mayoría de ellos quedé de tomarnos un café antes. Principalmente porque sentía que podía explicarles mejor el concepto en persona, pero también porque les estaba pidiendo ir a sus casas y tomarles fotos semi desnudos o completamente desnudos.
La respuesta que uno puede esperar de una propuesta tan directa y quizás invasiva puede ser un rotundo no, George Downing cuenta que la gente respondió “sorprendentemente bien“.
El fotógrafo relata además que Tinder “ha pasado de ser algo superficial a algo completamente normal… Hay mucha gente interesante y Tinder hace más fácil conocerlos“.
A pesar de que Downing ya terminó la serie fotográfica y su libro está listo para ser lanzado, sigue en contacto con todos los chicos que fotografió. “Quería asegurarme de que todos los chicos estuvieran cómodos con las fotografías finales que decidí usar… Todos son personas muy interesantes, así que he disfrutado volverme su amigo“.
Tú presentas una imagen diferente de ti mismo en las aplicaciones -como Tinder- a la que muestras en la vida real, cuando expones todas tus vulnerabilidades: es completamente diferente.
Si te gustó el trabajo de George Downing puedes revisar su página o seguir su trabajo en Instagram.
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