Los movimientos sociales han sido los protagonistas de la política chilena en la última década.

Uno de sus rostros ha sido el vocero del Movimiento de Defensa del Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente (Modatima), Rodrigo Mundaca (59), dirigente social que lleva una década peleando contra lo que asegura ha sido un despojo del agua a la comunidad de Petorca en manos de las empresas productoras de palta.

Este reportaje de la DW te da un contexto bastante bueno al respecto.

https://www.youtube.com/watch?v=lWqUSGJg1eU&ab_channel=DWDocumental

Es largo y puede que en este minuto no tengas tiempo para verlo.

Sin embargo un resumen que devela bastante bien cuál es la posición del empresario de la palta en esta situación está acá.

https://twitter.com/luco/status/1310965167795167233

La ministra del Medio Ambiente lamentablemente está bastante del lado del paltero y no tanto de la gente de Petorca.

En una de sus últimas intervenciones al respecto, Carolina Schmidt dijo: “Decirle al sector de Petorca que todo es culpa de los paltos, creo que es algo que no podemos señalar. Tenemos sequía y tenemos escasez hídrica en la mayoría de las comunas de nuestro país”.

Como ya te podrás imaginar, Modatima y la gente de Petorca basicamente se enfrenta a un Goliat hecho de poder político y económico.

Y no es lo único.

La cruzada de Mundaca ha venido acompañada de momentos complicados. En noviembre del año pasado, en medio del estallido social, su nombre apareció en una lista de organizaciones y actores sociales que estaban siendo vigiladas por Carabineros.

Mundaca es dueño de una gran capacidad retórica, sabe marcar los tiempos de la conversación. Se saca los lentes cuando quiere enfatizar en un punto y también se emociona al recordar los momentos más importante de su trayectoria.

Ingeniero agrónomo de profesión, oriundo de Santiago, específicamente de la comuna de La Cisterna, Mundaca estudió en el liceo Manuel Arriarán Barros obra de don Bosco en el 22 y medio de la Gran Avenida y llegó a la provincia de Petorca hace 25 años, el epicentro nacional del despojo de las aguas que tiene a Chile en la mira del mundo en este minuto.

Trabajó con campesinos y agricultores medianos. Ayudándoles en desarrollar habilidades de producción orgánica de frutales, una de sus especialidades.

Debido a su trabajo se quedó en la provincia. Allí, fue testigo presencial de cómo los ríos comenzaron a secarse a consecuencia de las plantaciones de palta que se instalaron en la zona en los años 90.

Rodrigo cuenta que llegaron políticos y empresarios “vinculados a los centros neurálgicos del poder. Compraron los cerros de la provincia y sacaron las flora y fauna nativa para poner paltos”.

“En la medida en que los paltos fueron escalando los cerros nos fuimos quedando sin agua. El río Petorca se declaró agotado el 97, el Ligua el 2004, y no hubo más escurrimiento superficial de agua en los ríos”, afirma.

“Hace ya más de 15 años que no hay escurrimiento superficial de agua en los ríos salvo algunos eventos de precipitaciones muy intensas como las del año 2015. Pero eso dura un par de horas porque los ríos están llenos de drenes que son obras irregulares, están llenos de pozos de captación de aguas subterráneas”, agrega.

En el año 2008, cuenta, comenzó a surgir en la comuna la necesidad urgente de organizarse frente a la falta de agua. Rodrigo explica que en ese tiempo era un agrónomo “relativamente exitoso”. Trabajaba con pequeños agricultores y, también, asesoraba a medianos productores de paltas. Sin embargo, en ese momento tuvo que tomar una decisión.

“Dije tengo dos posibilidades. Hago la política del avestruz, meto la cabeza en la tierra y me olvido de lo que está pasando o me pongo al lado de los viejos que se quedaron sin agua. Tomé la segunda”, afirma convencido.

El premio internacional de Derechos Humanos

A pesar de ser el rostro indiscutido de su organización, Rodrigo siempre recuerda que esta es una lucha colectiva y que él es solo un miembro más dentro de Modatima. También se siente parte de la larga tradición de dirigentes socioambientales en Latinoamérica.

Esto queda reflejado en el discurso que dio el año pasado (2019) en el teatro de la ópera en Nuremberg, donde ante más de mil personas recibió el Premio Internacional de Derechos Humanos.

En sus palabras, Mundaca recordó a la dirigenta hondureña, Berta Cáceres, quien fue asesinada en el año 2016, y a los dirigentes mapuche, Macarena Valdés, asesinada también en extrañísimas circunstancias que primero fueron intentadas hacer pasar como un suicidio y el lonco Alberto Curamil, quien recibió el premio Goldman como activista por la protección del medio ambiente, estando preso.

 

“Cuando me preguntan por Nuremberg me emociono muchísimo por lo que significa. En Nuremberg se llevaron a efecto los juicios de guerra contra los criminales nazi. Es una ciudad caracterizada por ser un bastión de la promoción y defensa de los derechos humanos. Después de la ceremonia y el premio, me tocó recorrer intensamente la avenida de la paz que es una avenida que crearon en la ciudad, donde están los 31 mandamientos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ahí debo haberle dado la mano a 5.000 personas de todos los continentes. Es una ciudad súper cosmopolita”, señala.

“En muchas entrevistas que me hicieron dije: ‘no tengo alma de héroe. No tengo alma de mártir. Es una distinción impensada. Esto es para las y los que luchan durante tanto tiempo y estoy dispuesto a entregar cualquier distinción a cambio de que recuperemos el agua en Chile”, dice emocionado.

La nueva Constitución

Modatima ha sido una de las organizaciones que ha insistido en la urgencia de cambiar la Constitución para recuperar el agua como un derecho social.

“La Constitución política del 80 en el artículo 19 numeral 24 señala literal los derechos particulares sobre las aguas reconocidos o constituidos en conformidad a la ley, otorgarán a sus titulares la propiedad sobre ellas. Me lo sé de memoria porque llevo muchísimos años hablando de eso”, recita Rodrigo.

En esa línea agrega que “constitucionalmente hoy día se encuentra consagrado el régimen jurídico privado de aguas, por tanto evidentemente la elaboración de una nueva norma jurídica supone la eliminación de este artículo”.

¿Cómo debemos abordar la discusión sobre al recuperación del agua en Chile?

Hay que discutir en torno al agua como un bien común y hacer de su acceso un derecho humano, en torno a prioridades de uso, en torno a restituir la propiedad del agua al dominio de la tierra, en torno a deconstruir una nueva institucionalidad hídrica no capturada por el mercado del agua, en torno a cambiar las organizaciones de usuarios de aguas en los territorios por consejos de cuenca, donde no necesariamente tengo que tener una titularidad con respecto a un derecho para poder opinar qué hacer con el agua en mi territorio.

Hay elementos que son esenciales en el debate público en torno al agua, pero además también, incluso más, con solo homologar lo que dice la jurisprudencia internacional y con acuerdos que incluso Chile ha firmado, bastaría para ratificar lo que se firmó en el ámbito internacional para precisamente homologar su jurisdicción en materia de hacer del agua un derecho humano.

El pasado 20 de agosto, el propio relator especial de Naciones Unidas, Léo Heller, le llama la atención al régimen de Piñera señalando que en Chile no puede ser más importante la generación de electricidad y la producción de aguacate que la vida de las comunidades. Hay muchos elementos de política internacional que Chile debería respetar y adecuar su legislación con respecto a aquello.

¿Una nueva Constitución debería establecer límites claros con respecto a cómo concebimos nuestros recursos naturales?

Hay Constituciones latinoamericanas, como la ecuatoriana o la boliviana, que le asignaron derechos a la naturaleza y el principal derecho con respecto a la naturaleza es su preservación y conservación.

Lo que no es posible es que la mirada antropocéntrica siga considerando a la naturaleza como una fuente inagotable de recursos, porque probablemente el origen de la crisis ambiental y sanitaria que hoy azota a todo el país, está la destrucción de los ecosistemas, la destrucción de la biodiversidad y de los servicios ecológicos que brinda la biodiversidad.

Creo que hay una discusión profunda que es mucho más seria hoy día y es cómo de qué manera somos capaces de armonizar nuestra relación material con la naturaleza en el proceso de producción de bienes materiales y bienes espirituales.

No hay ninguna posibilidad de salir de esta condición si es que no somos capaces de armonizar nuestra relación con la naturaleza.

¿Cuánto sentido o urgencia cobra hoy entender la sociedad desde la ecología?

Hoy día la vida pende de un hilo. Si uno descompone la palabra ecología ésta proviene del logos, que significa conocimiento, y Eco que proviene de oikos, que significa casa. La ecología es el conocimiento de la casa, el conocimiento del hábitat. Hoy la destrucción de nuestros hábitats tiene un carácter profundamente antropogénico.

Creo que el hombre es la única especie capaz de atentar contra su propia especie y destruirla.

Nosotros sostenemos que la Constitución política o la nueva norma jurídica tiene que ambientalizarse, tiene que tener un profundo contenido socioambiental.

No existe ninguna posibilidad de superar esta situación manteniendo las 29 termoeléctricas a carbón dentro del país. Manteniendo la dependencia, las fuentes de energía fósil que son en el caso de las termoeléctricas las responsables del 91% las emisiones de dióxido de carbono, el gas de efecto invernadero más perjudicial y que incide directamente en el calentamiento global y por tanto en el cambio climático.

No podemos pensar en salir de esta condición sin recuperar el agua, sin terminar con la privatización de los bienes naturales bentónicos, hoy en manos de siete familias que se apropiaron de la riqueza del mar. Es clave también terminar con el monopolio forestal en manos de Matte y Angelini que acidifica suelo, que depreda el medioambiente, que agota las napas freáticas, pero que además como derivada acorrala a las comunidades mapuche.

Es completamente vergonzoso que contemos con zonas de sacrificio como Tocopilla, Huasco, Mejillones, Quintero o Coronel. No existe ninguna posibilidad de cambiar el orden de cosas actual si es que no somos capaces de terminar con esta acumulación de los bienes naturales comunes.

Estamos a semanas del plebiscito ¿Cuál debería ser el rol de los movimientos sociales en este momento?

Tengo la sensación de que los movimientos sociales pueden correr la frontera de lo posible. El estallido social y la pandemia pusieron de manifiesto las enormes desigualdades que existen en la sociedad chilena. El estallido social no tiene que ver con el aumento de la tarifa del metro, no tiene que ver con los 30 pesos sino que tiene que ver con más de 30 años de abusos y desigualdad, periodo durante el cual el consenso elitario prevaleció.

Ese consenso que permitió el saqueo de nuestro país, de nuestros territorios, de nuestras comunidades y el estallido da cuenta de eso. Es un proceso de acumulación de rabia, de descontento, a propósito de la exclusión, de la desigualdad y son precisamente los movimientos sociales los que instalan las principales demandas.

¿Cuáles serían esas demandas?

Terminar el sistema de ahorro forzoso que permite a las AFP contar con capital especulativo todos los meses a partir de las cotizaciones de los trabajadores.

Terminar con la privatización de la Salud, la Educación. La Constitución política del 80 sostiene la libertad de elegir en materia de Educación, pero no el derecho a educarnos o la libertad de elegir en materia de prestadores privados y públicos en materia de salud, pero no el derecho a la salud.

La batalla que se ha librado por la vivienda como un derecho que han llevado adelante Ukamau y el movimiento de pobladores o las batallas que hemos librado nosotros por la recuperación de los bienes naturales comunes.

El movimiento social instaló demandas que ahora son ampliamente compartidas. Lo que parece curioso es que gran parte de la casta política que ha gobernado el país como el impoluto canciller Heraldo Muñoz (PPD) aparezca hoy señalando que la Constitución tiene que ser verde y que hay que recuperar el agua como un Derecho Humano, algo que fue reivindicado por el mismo Fuad Chahín (DC).

Ellos tuvieron mucho tiempo, e incluso cuando tuvieron mayorías parlamentarias para terminar con la privatización del agua, no lo hicieron. Muy por el contrario, el consenso elitario profundizó la privatización del agua, a propósito de la privatización de las sanitarias el año 98.

¿Existen dificultades para los independientes para sumarse a este proceso constitucional?

Tengo la sensación de que el consenso elitario quisiera mantenernos en la galería del Estadio Nacional gritando arbitro saquero permanentemente, pero no entrando a la cancha a disputar. Pero hoy eso es bastante improbable porque existen algunos mecanismos de entrada, no obstante la condición de pandemia en la que estamos.

Creo que esa distancia que se está tratando de instalar entre la política y los movimientos sociales es falsa porque los movimientos sociales son profundamente políticos porque instalamos debates que requieren reformas estructurales y para esas cosas se requiere voluntad política.

La disputa de la gobernación regional

A principios de este mes, Modatima anunció la candidatura de Mundaca a la Gobernación Regional de la Región de Valparaíso.

Junto con esto se dio a conocer una serie de nombres que disputarán el puesto a constituyente si es que gana el apruebo el próximo 25 de octubre.

Para esta disputa electoral, Mundaca participará de las primarias del Frente Amplio con el apoyo de Revolución Democrática.

“La disputa de la gobernación regional es un proceso de democratización de los territorios. Es el inicio del proceso de descentralización. Nosotros somos partidarios de la discusión en torno al rol del Estado. Somos muy partidarios de los derechos sociales. Somos partidarios de cuando decimos que hay que dotar de contenido al apruebo es hablar del modelo”, señala.

¿Cuáles son las demandas más urgentes por atender?

La región donde habitamos es la que tiene la mayor cantidad de conflictos socioambientales del país. La crisis hídrica no solo se expresa en el agronegocio que nos quita el agua. Sino que también en el desarrollo de holding inmobiliario sin factibilidad hídrica a orilla de la costa.

Problemas de contaminación en los cuerpos de agua derivados de la megaminería química a cielo abierto, o sea tenemos un montón de elementos por los cuales disputar la gobernación de la quinta región. Pero además somos propios de la región, nacimos aquí, la hemos recorrido intensamente. Nos da un sentido de pertenencia.

Los problemas de agua en la quinta región son emblemáticos. La provincia de Petorca es el epicentro nacional de la violación del derecho humano al agua y está instalado planetariamente en el imaginario colectivo.

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