Bajo el lente del chileno Iván Petrowitsch, le echamos un vistazo a la Rusia de finales del siglo pasado, post muro de Berlín, en medio de la incertidumbre de los nuevos comienzos. Este contenido forma parte de Fotos rusas olvidadas, la exposición del Centro Cultural Las Condes que se inaugura de manera presencial este 6 de agosto.

Estas películas estuvieron guardadas, quizás mas bien olvidadas en un viejo ropero de mi estudio en Santiago, acumulando polvo y así en un día cualquiera haciendo orden, me las encontré dentro de un sobre grande y amarillo que decía Moscú y San Petersburgo 1991. Instintivamente comencé a recordar ese increíble y conmovedor viaje de 30 años atrás y se me vinieron a la mente situaciones y más bien sensaciones de lo vivido”, así comienza su relato el fotógrafo chileno Iván Petrowitsch.

El contenido de este sobre forma hoy parte de Fotos rusas olvidadas, la exposición del Centro Cultural Las Condes que se inaugura de manera presencial este 6 de agosto. Un total de 35 fotografías análogas, inéditas, hechas a inicios de los 90 ‘s en una Rusia post Unión Soviética y que registra de manera histórica el tránsito político de esa nación. 

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El artista describe un país en el que escaseaba la comida y que estaba duramente afectado por la caída del Muro de Berlín.  “Pasé frío, hambre y miedo que por mi nombre de origen ruso, al ingresar al país algún militar soviético se le ocurriera que yo fuera algún tipo de exiliado ruso en Chile”, recuerda Iván, “en la entrada por la aduana te miraban fijamente a los ojos y te hacían entender de alguna manera de que tenían todo bajo control.

“Las mafias jóvenes de blue jeans y cigarrillos americanos lideraban una economía casi inexistente y la gente de alguna manera percibía los gigantescos cambios que se venían. Pero lo más atractivo de todo era ver las ganas de vivir de esa gente mil veces sufrida pero al mismo tiempo optimista y digna. Y es desde aquí de dónde surgen estas imágenes llenas de vida  a veces , y a veces no tanto, pero siempre fascinantes y sorprendentes”, recuerda Petrowitsch.