El video del travesti con polio que te violó el cerebro con el famoso video Obedece a la Morsa, cumplió 10 años.

Cuando YouTube no era la plataforma que es hoy, muy pocos sabían de su uso y de cómo videos de ocio tenían el potencial de transformarse en masivos, “virales” de internet se les llamó después. Antes habían muy pocas páginas “populares” que mostraban el verdadero “deep web”, como el video de Obedece a la Morsa, donde un estrafalario drag con polio bailaba tap. Todo el mundo se preguntó: ¿Qué onda esta hueá?

https://www.youtube.com/watch?v=8vBWmV5sjMA

Obedece a la Morsa lo tenía todo: música infantil distorsionada tocada al revés y un travesti con polio bailando tap a su propio ritmo. Eso se convirtió en la pesadilla de muchos, en el deseo sexual de otros, y en una realidad surrealista que no sabías cómo categorizar. Cuando uno se cuestionaba todo lo que había visto antes como categoría “deep”, Obedece a la Morsa no era nada. En el momento en que la protagonista del video se acercaba a la cámara, no teníamos conciencia de que en ese momento, nuestro cerebro registraba una imagen que nunca olvidaríamos.

Tras la masificación del video, muchos empezaron a lanzar sus propias teorías (como pasa con todo ahora). Se confundió la anorexia con el polio y a un travesti con una secta. Se habló del fin del mundo y de cómo la bailarina del video era un mensaje subliminal como las canciones de Xuxa. Muchos decían que era el origen del video de la película de “El Aro” y que la mujer del video iba a llegar a tu pieza mientras te dormías pensando en el video. Yo lo hice y no pasó. Soñaba todas las noches con ella para que me viniera a buscar y que fuéramos amigos, invitarla al McDonalds y decirle que todo iba a estar bien, pero nunca llegó (también fui parte de mi propia teoría).

Entre todas las teorías que se aplicaron, ninguna fue parte de la triste verdad que se esconde en el video. La realidad del video es de alguien que sufrió toda su vida, y siguió sufriendo el doble por culpa de teorías conspirativas que estigmatizaban lo desconocido, o por simplemente alejarse de la “realidad” que vive el resto. Johnnie Baima nació en EE.UU. en 1960, vivió en orfanatos donde fue abusado sexualmente. Sufría de polio y por culpa de un tratamiento negligente, su cuerpo y vida se vieron fuertemente afectados.

Como muchos actores que sufren rechazo y humillación, llegó a la escena underground de Hollywood, donde Baima encontró un hogar, afecto y admiración. Pasó por películas eróticas de bajo presupuesto en los años 80, su esposo falleció y Johnnie Baima cambió su nombre a Sandie Crisp, donde inició su nueva identidad de travesti para trabajar en su carrera y convertirse en el ícono de la subcultura drag de California. Cuando su carrera empezó a estallar, su nombre artístico pasó a ser The Goddes Bunny, donde sobresalía por su físico y personalidad.

Parte de su fama se debía a su condición. El morbo por lo desconocido llevó a la fama a The Goddes Bunny, y así, demostrar que su estilo de vida no tiene nada de escalofriante. Durante los 90 fue un ícono underground, pero en la era digital, un aburrido cibernauta editó el video de lo que fue Obedece a la Morsa y desde ahí, hace 10 años, su fama explotó para llegar a casi todos los computadores del mundo.

Hoy, a sus 57 años, Sandie Crisp se tiene que mover en silla de ruedas y, aunque continúa trabajando, es difícil vivir con polio. Una complicada vida para alguien que encontró un hogar en la comunidad underground para nunca más salir de ahí. Un ejemplo de esfuerzo a seguir adelante y un llamado de atención, para todos, a no creer en lo primero que vemos. Gracias Obedece a la Morsa por existir y marcar una generación que hoy, gracias a este video, nos hicimos mucho más exigente en lo que queremos ver y creer.