Aunque por años Victoria’s Secret destacó por los exclusivos desfiles de sus “ángeles”, hoy la marca de lencería no es lo que solía ser. Algunas de las confidencias que sucedieron al interior de la firma -y que probablemente motivaron su caída- son contadas en una serie documental dirigida por Matt Tyrnauer.
Durante varios años, Victoria’s Secret marcó la pauta en la lencería femenina sobre qué era lo que se tenía que usar y qué era lo que definitivamente estaba out.
Los desfiles anuales que realizaba la marca de lencería incluían sin falta a las modelos mejor pagadas del mercado, como Angela Lindval, Tyra Banks, Karolina Kurkova, Gisele Bündchen, Heidi Klum, Adriana Lima y Naomi Campbell.
Con sus piernas kilométricas, los “ángeles” de Victoria desfilaban millonarios conjuntos por una gran pasarela que, en variadas ocasiones, llegó a parecerse un espectáculo de la talla del Cirque du Soleil.
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Pero no todo lo que brilla es oro. Hoy, Victoria’s Secret ya no es lo que solía ser y poco a poco ha protagonizado una caída comercial.
De todo y eso más habla la serie documental Victoria’s Secret: Angels and Demons, dirigida por Matt Tyrnauer.
Tynauer fue editor de la revista Vanity Fair y había liderado otros documentales sobre Studio 54 y la historia del diseñador Valentino. Fue en 2019 que supo que las mismas modelos exclusivas que alguna vez tuvo Victoria’s Secret, decidieron revelar los secretos de la marca.
Precisamente, una de las curiosidades de la serie documental es la relación que tuvo su CEO con Jeffrey Epstein.
Hablamos de Leslie Wexner, quien fue director general de Victoria’s Secret y que a mediados de los ‘80 llegó a ser el sexto hombre más rico de Estados Unidos. Por esos mismos años Wexner conoció a Epstein, y rápidamente se volvieron amigos.
“La gente dice que es como si tuviéramos un mismo cerebro”, afirmó Epstein a Vanity Fair en el año 2003, sobre su vínculo con Wexner. “Cada uno controlaba un lado”, agregó.
Cindy Fedus-Fields, ex directora general de Victoria’s Secret Direct, apuntó que era una amistad por conveniencia. “Wexner tenía el dinero que Epstein quería, y Epstein el glamur y refinamiento que Wexner buscaba”, dijo Fedus-Fields.
Otro momento donde nuevamente aparece Epstein, es que en algún momento se hizo pasar por reclutador de modelos.
Aunque jamás trabajó oficialmente para la firma, en el largometraje Fedus-Fields sostiene que una ejecutiva de Victoria’s Secret le contó en 1993 que Epstein se estaba haciendo pasar por cazatalentos. Según dice la ex directora general, Wexner le dijo que “le pararía los pies” a Epstein.
Pero eso no detuvo a Epstein. En 1997, la modelo Alicia Arden reportó a la policía estadounidense que el magnate la había inducido a ir a un hotel en California, bajo el motivo de que allí estarían reclutando modelos para Victoria’s Secret.
Según el testimonio de Arden, Epstein intentó sobrepasarse en reiteradas ocasiones y le dijo que quería “asesinarla”.
Por otra parte, las modelos y otros trabajadores también denunciaron la “cultura del acoso y la misoginia” al interior de la marca de lencería.
Ed Razek, el mayor responsable operativo de Victoria’s Secret y creador del famoso desfile que realizaban las modelos, fue acusado por varias empleadas de que trataba besar a las modelos y exigirles otras solicitudes fuera de lugar.
Razek ha rechazado haber cometido esos actos y no quiso colaborar con el documental, principalmente “para no dignificar unas acusaciones tan locas con una respuesta”.
Pero una entrevista que dio a Vogue en 2019 ya había dejado en evidencia su pensamiento y comportamiento.
“Si me estás preguntando si hemos pensado en incluir a una modelo transgénero en el desfile o a una de tallas grandes, lo hemos hecho”, dijo Razek. “¿Por qué no incluímos a alguien con la talla 50? ¿O con la 60? ¿No deberíamos tener a transexuales en nuestro espectáculo? No, no deberíamos. ¿Y por qué no? Porque el show es una fantasía”, dijo el encargado de los desfiles.
Por último, hay que recordar que la marca de lencería nunca supo adaptarse al mercado tras los hechos de Me Too.
“Debíamos seguir la cerrada visión de estos hombres sobre cómo debe ser una mujer, una bomba sexual, (alguien con una imagen) inalcanzable”, sostiene Sharleen Ernest en el largometraje, mientras se refiere tanto a Razek como a Wexner.
La misma exintegrante de la marca contó que quienes tomaban las decisiones nunca quisieron aceptar ideas o sugerencias para incluir a otros grupos excluidos de Victoria’s Secret, como las embarazadas.
Y en ese mismo periodo, las modelos que fueron “ángeles” de Victoria’s Secret decidieron sacar a la luz las críticas que tenían hacia a la empresa de lencería.