La película White Chicks se ha transformado en una de culto. La crítica hizo pedazos el film pero durante el tiempo en que estuvo en Netflix, se transformó en una de las más vistas junto a Mean Girls y otras películas de comedia para un público ex adolescente.
Justo ayer se cumplieron 15 años del estreno en una trama que parodiaba de forma muy exagerada a las hermanas Hilton en plenos años de su apogeo mediático. Y hay gente que no está muy contenta respecto a una posible secuela de los hermanos Wayans.
Las panelistas de Today Show rechazaron la iniciativa afirmando que burlarse de cualquier raza está mal, incluso de una que ha sido históricamente acusada de apropiarse y mofarse de otras.
“Sería interesante ver la reacción de la gente frente al asunto en el clima que existe hoy en día respecto a las sensibilidades en los temas raciales. Hace 15 años, cuando se estrenó la película, nadie hizo un gran alboroto respecto a ello” señaló una periodista presente en el show.
Un artículo de Unilad, medio con sede en Reino Unido, también afirma que los fans de la película creen que la cinta no ha envejecido para nada bien.
Tras el anuncio de una posible secuela, varias mujeres acudieron a Twitter afirmando que la película era racista por estereotipar a las mujeres blancas, y sexista, por presentar a las mismas como objetos que sólo les interesan cosas superfluas.
Otros usuarios afirman que la situación no es para tanto y que no se puede comparar una sola película con el extenso historial de racismo que ha vivido la población afroamericana.
Usuarios de ambos grupos raciales, aseguran que las exageraciones de los hermanos Wayans responden justamente a la comedia, donde la gracia de la situación se encuentra en la carencia de lógica.
Se habla del whiteface -disfrazarse de una persona blanca- como una forma muy ofensiva y racista de humor, pero no es comparable al Blakcface, usado de forma histórica y hasta el día de hoy persiste en fiestas de halloween donde vemos a varios blancos disfrazados de famosos afroamericanos.
Muchos afroamericanos acusan que la población blanca usa esta película como referencia para causar de esta forma, una especie de empate (aunque las condiciones de vida de los afroamericanos son mucho peores tan solo por los prejuicios entorno su piel y contextura física).
Frente a la situación, probablemente no veremos una secuela de la película. La idea ya causó suficiente polémica y en todo caso, las segundas partes nunca son mejor que las primeras (vean el caso de Zoolander).
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