La sensación transversal de impunidad de prácticas violentas, particularmente contra las mujeres, es lo que explica la viralización de la intervención “El violador eres tú” o “Un violador en tu camino”, que surgió en Valparaíso y que hoy se ha replicado en distintos idiomas y lugares del mundo.
Así lo explica la sicóloga y académica de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), Cecilia de la Cerda, quien sostiene que a pesar de que la ley que sanciona el femicidio, los niveles de violencia física y psicológica contra las mujeres han seguido aumentando. En su opinión, la impunidad se ha instalado como un elemento que genera cada vez más frustración en quienes han sufrido ese tipo de agresiones, lo que es un trato injusto no solo en Chile, sino también en otras partes del mundo.
“Hay prácticas culturales asociadas, ya no con la situación particular de nuestro país, sino que están presentes en la cultura de distintos países, en que hay micromachismos que están presentes en la vida cotidiana y que ni siquiera las mujeres nos damos cuenta…tiene que ver incluso con una naturalización de ciertas prácticas que van instalándose y que van menoscabando la situación de las mujeres. Cuando hay un escenario de violencia, esa naturalización adquiere mucho mayor relevancia”.
La especialista en temas de violencia de género sostiene que se trata de una cultura patriarcal que explica a través de distintos ejemplos: que las mujeres tengan sueldos más bajos que los hombres; que los hombres interrumpan a las mujeres cuando están hablando; que suban el tono de voz para cerrar un tema cuando están discutiendo; que en una reunión solo miren a los hombres y no a las mujeres, todo lo cual también se replica en la crianza de los hijos e hijas.
Cecilia de la Cerda no solo se refiere a comportamientos evidentes, como servir primero un plato de comida a los varones de la casa y luego a las mujeres, sino también a aquellos comportamientos más sutiles como la manera en que se posiciona y expone a las hijas a costumbres en que ellas están supeditadas a que otros las cuiden, las salven a que otros las validen.
Por todo lo anterior, pero particularmente por la sensación de impunidad que existe frente a un la violencia contra la mujer, la intervención “El violador eres tú”, ha tenido tanta acogida y reproducción a nivel mundial.
“Yo creo que articula y expresa una legítima necesidad de reivindicación del movimiento feminista y del movimiento de las minorías y que hace eco de un sentir que va directamente, o que interpela directamente a una espacio que todos y todas tenemos de vivencias de exclusión, de discriminación, de injusticia y de impunidad, en el cual, muchas veces no tenemos nada que decir y que el aparato de poder se nos impone, ya sea al interior de la familia o lo que nos ocurre ahora en las manifestaciones….y yo creo que interpela y nos hace conectarnos con esas emociones, a hombres y mujeres”.
Pero más allá de aplaudir esta capacidad de convocatoria del mensaje de las cuatro porteñas que crearon este tema, la especialista llama a hacer una doble lectura.
Es decir, colocarnos en la posición de la víctima como también de aquella persona que reproduce la violencia, pues -a su juicio- tomar conciencia de ello nos permitirá prevenir los comportamientos que deseamos erradicar.