¿Puedes creer que una partitura de 1827 fue terminada en 2021 con un solo clic? Bueno, o quizá más de uno. Beethoven tampoco se enterará, y aunque no sabemos si le gustaría el resultado final, los creadores de esta IA sí están felices con este avance tecnológico.
Antes de morir en 1827, Beethoven dejó entre sus notas una serie de partituras que pudieron haber sido su décima sinfonía. En 1988, el musicólogo Barry Cooper agarró esos bocetos (que expertos señalan pueden no haber tenido ninguna relación entre sí) y publicó dos grabaciones compuestas de 50 fragmentos a las que llamó la Décima Sinfonía.
33 años después de ese intento por continuar el legado de uno de los compositores más importantes de la historia, el diseñador informático suizo, Florian Colombo, logró completar la obra con un click: A través de la tecnología ANN (Red Neuronal Artificial, por sus siglas en inglés), Colombo logró generar una partitura que horas después de poner este sistema en marcha, pudo ser tocada en vivo por una orquesta.
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Por varios años, Florian Colombo trabajó enseñándole a la Inteligencia Artificial cómo componer. El día que por fin consiguió su objetivo, Colombo expresó: “Ahí hay un toque de Beethoven ahí, pero en realidad, es BeethovANN. Algo nuevo por descubrir”. ¿Quieres saber cómo suena esta pieza? Pues puedes escucharla a continuación: