Advertencia: Este video no es apto para agencias de medios, relaciones públicas, ni publicistas satisfechos con el modelo de comunicación actual.
…tampoco es apto para gente demasiado importante con poco tiempo.
Cada día cuesta menos imaginar que Facebook pierda la corona.
Hoy los adolescentes se sienten en LinkedIn… y prefieren Snapchat
Google no sabe como llevar tráfico a Plus
…y ni alterando sus otros productos logran que lo adoptemos.
Ególatras sin contenido claman atención en Twitter.
Yahoo compra a Tumblr y anuncian nuevo modelo económico.
Hasta Instagram nos empezó a pasar gato por liebre con sponsored stories…
¿Qué está pasando con las redes sociales?
¿Acaso se acabaron los días de felicidad?
Esos años que nos perdíamos,
asombrados, en el GRAN océano digital?
Ese universo de información sin límites que nos ponía la mirada en el horizonte, arriba de nuestros propios botes con mouse y teclado, listos para navegar con motores de 28.8 hasta que NO nos dieran los ojos.
Todavía queda uno que otro esperanzador Whatsapp por ahí, pero pareciera que esos días de sueños digitales heróicos acabaron.
Cada día vemos como se privilegia la rentabilidad x sobre el valor para el usuario…
“In-Feed Ads” se llama el nuevo término que la IAB se acaba de anotar.
Contaminar nuestro contenido con spam consiguió su propio nombre…
Como si porque Facebook logró sobrevivir al virus, ahora se volvió un método recomendable para el resto tenerlo dentro.
Oh Google!
Una a una han caído todas a la bolsa…
Boquiabiertas se encomiendan a la misión de privilegiar el retorno del accionista.
Hasta Snapchat se tuvo que meter en el mundo del Lobby Político para rechazar los 3 billones de dólares que Mark le ofreció y vivir para contarla.
El peso de jugar las ligas de la NSA, la SOPA y la RIAA.
Pareciera que Google se aburrió de comprar software y ahora va por la conquista de los Drones.
Robots que galopan y resisten patadas.
Autos que se manejan solos y prototipos se encargan de revivir nuestras peores pesadillas de dominación tecnológica.
Hoy coleccionan tanta información de nosotros que asusta.
Y como en cualquier cambio cultural de esta envergadura,
a nadie le conviene que el poder esté tan concentrado excepto la Amistocracia.
Será posible que las redes sociales se hayan corrompido?
Que se hayan vuelto tan relevantes como para que la estrella de la muerte le ponga sus ojos encima?
Pareciera ser que donde hay dinero, hay villanos…
Gracias a las redes sociales nos hemos vuelto gestores de nuestros propios periódicos.
Como nunca antes nos convertimos en los autores de lo que leemos.
Controlamos la información, pero nuestro Mind-share está a toda capacidad.
Nos digitalizamos a tal punto que nos preocupa la contaminación digital.
De la sobre-exposición brotaron los pushbackers,
Los que se cansaron de la tecnología.
Pasamos la cúspide.
Llegamos a lo más alto y nos dimos cuenta de que era demasiado.
Nos cansamos, pero no nos desconectamos…ni lo vamos a hacer
Nuestra vida ya cambió…
Nuestras funciones se simplificaron y “doloroso”, por decir lo menos, sería volver atrás..
La escalabilidad de la tecnología es demasiado fuerte…
O alguien se atrevería a salir de casa sin su teléfono?
Por definición:
“Un acontecimiento futuro en el que se predice que el progreso tecnológico y el cambio social se acelerarán debido al desarrollo de inteligencia sobrehumana, cambiando nuestro entorno de manera tal, que cualquier ser humano anterior a la Singularidad sería incapaz de comprender o predecir.”
Cientos de señales ponen en evidencia nuestra proximidad.
Nos deconectamos para conectarnos y viceversa.
Nos sentimos acompañados, cuando no hay nadie a nuestro lado
A pesar de la distancia que nos separa, vivimos en compañía
…y eso nos encanta.
…tanto que nos cuesta vivir sin ella. Oh dulce compañía…
Parecía una utopía romper con las barreras de la separación física.
Hoy podemos estar presentes en todos lados.
En vez de viajar, nos grabamos en video
Ni el inglés, ni el francés tienen futuro.
Hemos aprendido un nuevo idioma…
La lengua de los símbolos.
Facilitamos la comprensión. Perfeccionamos el lenguaje
El contenido se vuelve cada vez más líquido.
Las nuevas generaciones respiran internet,
Comparten sus vidas enteras,
sufren y aman a través de VIDEOS.
Pero hay tanta APP que es imposible probarlas todas…
El emprendimiento tecnológico viste a la moda,
El sueño de toda madre es que su hijo le venda una app a google.
Nos inventamos necesidades para crear nuevos servicios…
Servicios concebidos para rentabilizarlos.
Hacer una APP sinZ modelo-de-negocio parece tan sensato como un político sin amigos.
La gente está repartida…
A esta cancha ya no entran solo grandes jugadores.
Cada dia somos más ágiles, cada día adoptamos más rápido.
Hasta nuestras madres tienen iphones…
Existe acaso prueba fehaciente más fidedigna del estado de adopción absoluta del smartphone?
China, Londres o el mall más cercano, todos venden lo mismo, separados por el trade-off de la velocidad versus el costo.
Sin darnos cuenta usufructuamos LA GRAN batalla.
Internet hoy es UN-solo gran ring
Una sola gran industria
Una competencia de clase mundial con acceso al mejor material del orbe
Nos nutrimos de él y lo compartimos
Archivamos información con inaudita eficiencia y en vez de buscarla, dejamos que ella nos encuentre.
Nos desnudamos públicamente para indexarnos.
La tecnología nos conoce cada vez mejor.
Aprendemos de nichos y nos convertimos en expertos,
Social- y Digitalmente aprobados…
Reemplazamos nuestros currículums por perfiles digitales.
Nos volvimos tan crédulos que hasta Klout se adoptó…
Es que acaso alguien puede medir mi influencia? Según quién? Basados en qué?
Una APP que no hace público su algoritmo?
Una red de recomendaciones de amigos?
Un LinkedIn lleno de personas agregando a gente que no conoce?
Qué valor tiene la aprobación social si no hay sustancia de fondo?
Cuál es el límite de la nueva realidad?
Podríamos terminar convertidos en una sola gran mentira…
Afortunadamente existen buenos ejemplos
Plataformas que validan en función del fondo y no la forma,
Aprobación Remota y colectiva…
De la experiencia y no el pituto.
Ebay y AirBnB, entre otras, nos demostraron que existen reputaciones en las que podemos confiar.
…aunque no siempre lo hacemos.
A veces nos topamos con gente que huele mal.
Se llenan la boca de likes, pero nuestro instinto nos prende la alarma.
En el fondo sabemos que no todo lo que brilla es oro,
menos en internet.
Idiotizados caemos en el juego de seguir devuelta, y sin darnos cuenta nos llenamos de opiniones sin argumentos,
y juicios sin responsabilidad
La veracidad de la información se volvió irrelevante..
Nos comunicamos TAN rápido que nos excedimos.
Ya NO son POCOS los creíbles.
Hoy son muchos los POCO-creíbles, pero con muchos seguidores.
Los errores ya no pesan. Se dicen barbaridades y al día siguiente se olvidan
Qué pasa cuando uno de ellos comete un error público?
Se le toma peso? Se castiga?
…nuestra responsabilidad se disuelve entre miles de retweets.
Como una gran consciencia inconsciente, a nadie le importa…
Total no existe cosa tal como la mala publicidad…
Más escándalos, más seguidores…
Creo que en el fondo NO seguimos al resto porque los admiremos.
Lo hacemos porque nos interesa… ya sea por el fondo o la forma, admiración o rechazo.
Sino, cómo podríamos explicar la existencia de Tumblrs como Rich kids of Instagram?
Es que acaso alguien es capaz de admirar el despilfarro desmedido de dinero sin haberselo ganado?
Morbo. Curiosidad… Envidia quizás,
…pero admiración?
¿Cómo podría ser LA CANTIDAD una muestra fidedigna de CALIDAD en el contexto actual de la telaraña social-digital?