En Marvel, la impredecible aparición de un nuevo Hombre Araña en una versión afroamericana causó bastante controversia (2011). Las críticas alegaban que supuestamente se trataba de una movida de marketing en vez de un genuino giro en la historia, de “corrección política” y esos asuntos. Sin embargo, y a casi una década de su publicación, a estas alturas es considerado por muchxs expertxs en cómics como uno de los mejores superhéroes de la década.

Algo así pasa también con Miles Morales de PlayStation, como expansión del Spiderman lanzado en 2018. Los resultados de dicha producción, tanto en la historia como la jugabilidad, se entregaron a los elogios y lo convirtieron en uno de los juegos de ese año, y también de los exclusivos de PlayStation más vendidos en la historia.

https://www.youtube.com/watch?v=NTunTURbyUU&ab_channel=PlayStation

¿Qué pasaría entonces con Miles Morales, diseñado para PlayStation 5? ¿Puede haber un SpiderMan sin Peter Parker? ¿Es una historia con suficiente identidad para ir al frente como carta de presentación de la nueva generación de consolas de Sony? ¿Cómo estarán los gráficos, la duración, la historia?

Ya habiendo terminado, creemos que resulta ser un juegazo que brilla por sí mismo, que responde con un sí a las preguntas anteriores. A continuación te explicaremos por qué.

La narración de Marvel’s Spider-Man y su contenido descargable The City That Never Sleeps continúa después de que Miles Morales es mordido por una araña y adquiere poderes similares a los de Peter Parker. Igual que en el primer juego, Nueva York se despliega como el escenario donde se desarrolla el combate, la exploración y los desafíos de Spider Man, encarnado por el actor estadounidense Nadji Jeter.

Una de las mayores diferencias con su primera parte, es que este juego tiene una campaña más corta, con una duración que se extiende entre ocho a quince horas de campaña (dependiendo de la realización de misiones secundarias), por debajo de las veinte que nos costó antes. Hay quienes le ven el lado positivo a esto, pues se han quitado misiones que resultaban repetitivas e irrelevantes para la historia y se ha dejado lo mejor, como también quienes se quejan de quedar con ganas de más.

En el relato, Miles Morales como nuevo SpiderMan y Peter Parker como personaje que abandona el juego bastante pronto, es una situación que le da frescura al juego, pero que mantiene el espíritu de siempre: la vida de chico común que debe hacerle frente a las circunstancias que se le han presentado, un poco más de barrio que su antecesor; que también debe enfrentarse a villanos con equipamientos tecnológicos (y a viejos fantasmas de su pasado).

Por otro lado, no es coincidencia que se trate de una carta de presentación para la quinta generación de Sony. Por dar un ejemplo, en el aspecto gráfico, el realismo resalta reflejos trazados por rayos y sombras ambientales, además de sombreados de piel, ojos y dientes, detalles que llevan lo visual a otro nivel, que puede aprovecharse bien con el nuevo modo de fotos, todo gracias a la tecnología de ray tracing. También está la posibilidad de configurar en HD, a cambio de una mejor experiencia de frames (a 60 fps). Cualquiera sea tu opción, la experiencia gráfica es increíble y en un juego orientado al movimiento, además es clave.

Por supuesto el mundo abierto es una de las características que se mantiene como encanto central del juego, permitiéndonos realizar acciones libremente como tomar el metro, perdernos entre los callejones y encontrar distintas situaciones con las cuales entretenernos en las distintas azoteas y rincones de la ciudad, repletas de misiones secundarias y principales.

La jugabilidad es bastante similar a lo que ya conocemos y en ese sentido nos atrevemos a decir que está algo calcado: nada de qué decepcionarse, ya que se trata de una de las mejores experiencias de usuario en videojuegos. De todas formas y en esa línea, una de las novedades es el uso de una app para enterarse de los atracos e ir conduciendo el juego, ya que Miles Morales es -recordemos- un centennial y usa las redes sociales para proteger la ciudad de los atracos.

Entendamos por atracos como asesinos a sueldo, presos que se han fugado y maleantes de todo tipo. En ese sentido, el combate nos sorprende con nuevas funciones como bioelectricidad y veneno, pero definitivamente la más extrema: invisibilidad; poderes que saciarán nuestra necesidad de novedad, sin arruinar el modo que ya nos había conquistado anteriormente. (Vaya araña la que mordió al Miles ah).

En resumen, SpiderMan sin Peter Parker es posible y queda bien: resulta ser una transición que refleja más que una nueva generación de consolas, sino una nueva generación de jóvenes, conectada con lo tecnológico, con sus propias preocupaciones existenciales y también muy exigente en la experiencia de usuario. Una generación que, al igual que el juego y su protagonista, tiene personalidad única, y nada que envidiarle a quien vino antes.