Como sacados directamente de la mitología griega lucen los animales taxidermizados (espero así se diga) de Enrique Gómez de Molina. Lo que tiene de especial su trabajo, es que ha fusionado múltiples animales, para construir criaturas de fantasía, tal como la quimera de la peor de tus pesadillas.
“Supongo que me gusta jugar a ser Dios” dice mientras se ríe para una entrevista en Thrillist.
Cisnes de dos cabezas, gacelas con picos, o ratas escarabajos, forman parte de la terrorífica colección de animales que llevaron a Enrique a la cárcel durante 20 meses el 2012 por tráfico de vida salvaje protegida, cargo que lamentablemente resta mérito a su trabajo, pues a pesar de que su idea principal es buenísima, es una estupidez contribuir a la caza de animales en peligro de extinción importando “partes” de los mismos.
“The impossibility of my sculpture brings me both joy and sadness at the same time. The joy comes from seeing and experiencing the Fantasy of the work but that is coupled with the sadness of the fact that we are destroying all of these beautiful things.”
Ahora denle un vistazo a estas imposibles criaturas.