La serie documental de ESPN, The Last Dance, que narra la historia de la última temporada de Michael Jordan encabezando a los Chicago Bulls en la NBA, se ha convertido en un verdadero suceso en el mundo deportivo, que como por arte de magia apareció justo en el momento que la industria sufría su peor momento tras la cancelación de eventos por la pandemia del covid-19.

La producción dirigida por Jason Hehir, que contiene material inédito de la temporada 1997-1998 de los Bulls en la NBA, no ha dejado indiferente a nadie. De hecho, uno de los íconos de ese equipo, Scottie Pippen, manifestó “estar herido y decepcionado” por cómo es representada su figura en el documental. Incluso, Jazmine Jordan, la hija de Mike, afirmó que descubrió la grandeza del mejor jugador de la historia de la NBA gracias a The Last Dance.

Y es que la figura del jugador es el foco central de la serie que narra no solo su impresionante historia deportiva, sino que también sus facetas más problemáticas como su difícil carácter que lo llevó a ser odiado por momentos en su equipo, sus conflictos con el gerente general de los Bulls, Jerry Krause, y la decepción que significó para alguno de sus fanáticos que no apoyara al demócrata afroamericano, Harvey Gannt, quien compitió en 1990 por un cupo en el senado con el republicano Jesse Helms, quien era un destacado racista.

Sin embargo, ¿cuál es el principal objetivo que persigue The Last Dance? en simples palabras es revivir el mito de Michael Jordan en toda su grandeza y demostrar que su legado sigue vigente en el basquetbol en la actualidad. Este propósito es cumplido a cabalidad debido a que la serie logra enganchar a cualquier persona independiente de si tiene conocimientos sobre la NBA o de si sabe que Jordan ganó seis campeonatos con los Bulls durante los años 90′.

En ese aspecto, la producción de ESPN logra mostrar una panorámica completa de Jordan. Al verlo te queda claro que Jordan no sólo era una figura dentro de la cancha, sino que también fuera de ella, y que su impacto fue tan grande que incluso llegó a ser un modelo de exportación de la cultura norteamericana que logró ampliar la hegemonía de Estados Unidos en ese plano.

Durante los 90, pre internet y todo el asunto, la imagen de los Chicago Bulls logró convertirse en una marca tan poderosa como Mc Donald´s o Nike. Como bien se relata en el documental, Jordan hizo que los Chicago Bulls y mascota se transformaran en sinónimo de éxito y de talento extraordinario. Más que un equipo de baloncesto era un símbolo de poder. Hoy en día esto podrá sonar extraño pero si lo piensas, es bastante exótico que un niño en el último rincón de Sudamérica y probablemente en Bulgaria igual, anduviera con un jockey de los Chicago Bulls sin haber jugado basket nunca probablemente.

O tuviera un poster de Jordan volando a punto de encajar un clavado que desafiaba la ley de gravedad. Porque simbolizaba justo eso, la posibilidad de lo imposible.

Un ejemplo de esto es que se dedica casi todo un capítulo a hablar sobre la historia de las zapatillas Nike Air Jordan, las cuales hasta ahora siguen haciendo noticia. De hecho, Sotheby’s realizará este domingo una subasta de un calzado que utilizó Mike en un par de juegos disputados en 1985 y que están firmados por él. La casa de subastas informó que el precio de salida que tendrá este artículo deportivo rondará entre los 100 mil y 150 mil dólares. Una locura.

The Last Dance también nos ayuda a entender la historia de los Chicago Bulls durante los años 80’ y 90’, que estuvieron marcados a fuego por las clavadas de Michael Jordan. La serie oscila entre dos líneas temporales. La primera de ellas comienza durante la pretemporada de 1997/98, terminando con las finales de esa temporada. Mientras que la segunda línea temporal, comienza con los inicios de Jordan en el instituto y universidad, recorre su carrera en los Bulls, y finaliza al unirse a al primera línea temporal en 1997.

Aún faltan dos capítulos para que finalice The Last Dance y seguramente muchos están ansiosos de ver cómo se vivió el desenlace de aquella temporada que contó con jugadores notables como Jordan, el mencionado Scottie Pippen, Dennis Rodman, y su entrenador Phil Jackson. A 22 años de esa temporada, todos volvimos a ser hinchas de los Bulls.