Todos tuvimos o tenemos un amigo que heredó o adquirió un auto antiguo, de esos casi chatarra y quien hasta el día de hoy, sueña con que el hada de pimp my ride lo tocara para transformar fierros y acero, en un auto increíble como los que veíamos en el popular programa.
Esto, porque hasta el día de hoy Pimp my Ride está en nuestra retina cultural, a pesar de los años. El popular show se estrenó el 2004, y desde ese momento, se convirtió en un ícono de la TV juvenil gracias a su formato simple y divertido: Xzibit y su equipo convertían tu chatarra de auto, en algo simplemente genial.
So you wanna be a player, but your wheels ain’t fly / You gotta hit us up, to get a pimp’t out ride decía el opening de la serie, que de seguro acompañó incontables tardes post colegio de muchos de ustedes y que hoy día recordamos por culpa del Huffington Post.
Por que claro, quién diablos se iba a imaginar que detrás de toda la maravilla televisiva que nos mostró MTV, al final había mucho más de ruido que de nueces, porque básicamente tras las cámaras, muchos autos en la práctica tenían gadgets que no funcionaban, otros dejaban de funcionar en cuestión de semanas, mientras que otro grupo simplemente quedaban solo para la fotografía.
Los tipos del Post conversaron con tres tipos cuyos autos fueron “enchulados por el programa” y aunque en general sus experiencias fueron positivas, lo que nos cuentan tiene nuestra juventud arruinada.
Justin Dearinger (de la temporada 4) cuenta que “en verdad le sacaron un montón de las cosas que se mostraron por TV, como el armatoste para la champaña o el Drive-in theater”. La producción del programa (representada por Larry Hochberg) en su contraparte dicen que le quitaron esos chiches porque no querían que se emborracharan y condujese, mientras que el sistema de cine era peligroso al manejar.
A Seth Martino, otro tipo de la temporada 4, le pusieron un “brazo robótico” que era manejado mediante comandos desde el computador, pero la realidad es que el brazo no era más que un armatoste con un montón de cables. En el caso de Seth, las cosas estaban particularmente mal, pues su auto fue enchulado con luces LED en los asientos, algo que en la práctica lo dejó inutilizable pues se calentaban y te quemabas. Si hablabas del sistema de TV que tenía al interior las cosas no andaban mucho mejor, puesto que en verdad nunca funcionó.
En el caso del tercer entrevistado, las cosas quizás andan un poco peor.
Con el auto de Jake Glazier se arma una discusión alrededor de “hacer que al menos el auto funcione”, puesto que su choche tenía problemas mecánicos. Como su auto comenzó a tener un montón de problemas, el tipo decidió venderlo, pero unos meses después el auto de explotó a su nuevo dueño y el problema, es porque se instaló un falso tubo de escape el que incluso luego de ponerle un silenciador, no dejaba de sonar brutalmente, y la razón era obvia pues, habían problemas graves en la mecánica interna del auto.
Esos son solo algunos de los problemas que tenían los autos y a los que desde el día de la publicación, se van sumando más y más casos de gente que quiere contar su experiencia Pimp my Ride. A mi personalmente me tiene un poco impactado el caso de MTX, la empresa que proveía los increíbles sistemas de audio, y que en general solo eran para la foto pues semanas después te contactaban y pedían todo de vuelta.
Las historias detalladas, podrán encontrarla en el reportaje en extenso del Huffington, donde encontrarán declaraciones de los afectados y la producción, aunque declaraciones que a mi parecer ya no vienen al caso, pues el problema de fondo es solo uno: Pimp my ride era 100% fantasía. Punto.
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