Hubo un montón de musicales y tributos artísticos a las víctimas de la masacre de Orlando del mes pasado, pero solo algunos han sido tan memorables como este.

Matthew Richardson es el creador de la idea, y se trata de una representación visual de una historia de amor de dos acróbatas que se enamoran, quienes de manera progresiva transforman su historia personal en una performance impresionante y repleta de color.

El comunicado que enviaron sus creadores cierra con un “en memoria de nuestros hermanos y hermanas perdidos en Orlando”.