No, no es una película de ciencia ficción: está pasando. Científicos de distintas universidades publicaron en 2020 su gran creación, los Xenobots, los primeros robots vivos del mundo, que además marcaron la historia al poder reproducirse gracias a una secuencia de autorreplicación. 

En casi todas las películas futuristas que viste en tu infancia es probable que hayan aparecido robots sirviendo como esclavos a los humanos o, al revés, siendo los tiranos que terminan por dominar a la especie humana. Cualquiera fuese el caso, es la misma conclusión: el futuro es sinónimo de robots. Pero nadie esperaba que para 2021 alcanzaran la tecnología para autorreplicarse, y de una forma muy diferente a la que hacen plantas y animales.

Pero antes que todo hay que explicar qué son los Xenobots. Estos organismos tienen una forma muy similar a un Pac-Man y miden menos de un milímetro de ancho. Fueron creados a partir de células madre de la rana africana con garras (Xenopis laevis). Los científicos a cargo del experimento aclararon que si bien los robots provienen de un organismo vivo (la célula de rana), ellos no lo están. 

Eso sí, el autor principal del estudio sobre su reproducción, Sam Kriegman, fue enfático al decir que no hay que pensar en grandes figuras metálicas cuando se habla de robots, sino que el concepto realmente hace referencia a cualquier máquina que haga “trabajo físico y útil” en el paneta.

“La mayoría de la gente piensa que los robots están hechos de metales y cerámica, pero no se trata tanto de qué está hecho un robot, sino de lo que hace, que actúa por sí solo en nombre de la gente. De esa manera es un robot, pero también es claramente un organismo hecho de células de rana genéticamente no modificadas”, explicó el profesor de la Universidad de Vermont, y parte del proyecto, Josh Bongard.

La existencia de los Xenobots fue publicada en 2020 por científicos de la Universidad de Vermont, de la Universidad de Tufts y del Instituto Wyss de Ingeniería Biológicamente Inspirada de la Universidad de Harvard, cuando demostraron que estos son capaces de moverse, trabajar en grupos y curarse por su propia cuenta. 

¿Cómo se reproducen?

Antes que todo, los científicos estadounidenses destacaron el hecho de que la forma en que se reproducen los Xenobots es muy distinta a la forma en que los animales o las plantas lo hacen, pese a venir de células de rana. 

La fuente de vida, en este caso el padre Xenobot compuesto por aproximadamente tres mil células, forma una esfera y comienza la producción de crías gracias a un programa de Inteligencia artificial, que a su vez prueba millones de formas en que las células se puedan replicar de manera eficiente. 

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“Las ranas tienen una forma de reproducirse que normalmente usan, pero cuando tú liberas (las células) del resto del embrión y les das la oportunidad de descubrir cómo estar en un nuevo entorno, no solo se dan cuenta, descubren una nueva forma de moverse, pero también, aparentemente, descubren una nueva forma de reproducirse“, sostienen Michael Levin, coautor principal del estudio y profesor de biología y director del Allen Discovery Center en la Universidad de Tufts.

Para esto ocupan la replicación cinética, algo así como una duplicación celular, que hasta este descubrimiento nunca se había visto a escala celular o en organismos completos como los Xenobots.  

“Parece muy simple, pero no es algo que se le ocurriera a un ingeniero humano. ¿Por qué una boca pequeña? ¿Por qué no cinco? Le enviamos los resultados a Doug y él construyó estos Xenobots parentales con forma de Pac-Man. Entonces esos padres construyeron hijos, quienes construyeron nietos, quienes construyeron bisnietos, quienes construyeron tataranietos”, explica Sam Kriegman.  Así, las generaciones fueron ampliándose casi de manera automática. ¿Qué pasará ahora? Solo queda esperar y, como nos enseñaron las películas de Hollywood, estar preparados.