Nos subimos a la Yerka, cuyo marco se transforma en candado, durante un mes completo y te contamos como es olvidarte de la pesadilla de que te puedan robar la bici.

La eterna preocupación de los ciclistas cuando estacionamos nuestras bicicletas es ir a buscarla y temer que no está porque alguien te la puede haber robado. Dicen que cada 5 minutos se roban una en Santiago. En mi caso, este temor es tan real que lo experimento en mis pesadillas.

Estoy en un parque, sentado en el pasto con varios amigos. El sol brilla arriba y estamos riéndonos de no sé qué. Es una escena idílica. Nos levantamos para irnos y les aviso que voy a ir a buscar a mi bici. Mientras me acerco a donde la había dejado, empiezo a darme cuenta que ya no está. La sonrisa que pintaba mi cara se desaparece. Me enfrento a la realidad penosa: me la han robado. Inmediatamente, siento un gran vació en el estómago…y la billetera.

Confieso que ya perdí una bicicleta. Asumo un poco de la culpa porque sólo usaba una cadena para amarrarla, porque un día un tipo pasó con un cortacadenas y se la llevó. Luego de tener que invertir en otra bici, me compré un U-lock gigante y ultra seguro. Ando siempre con el candado pero la verdad es que por su peso y forma irregular, me es incómodo.

Había asumido que esa incomodidad era el precio por la seguridad y la tranquilidad. Hasta que un día llegó la Yerka a nuestras oficinas y tuve la oportunidad de probarla en las calles de Santiago. La Yerka me acompañó durante mi rutina diaria y puedo decir que es la bicicleta más completa del mercado.

Lo más notable de la Yerka es la innovación en el tema de seguridad. Tiene un diseño creativo que permite convertir el mismo marco, en combinación con el tubo de sillín, en el candado. Ya no es tema andar con un U-lock pesado en la mochila. Ya no estás jodido si se te queda el candado en la casa. Es esencialmente imposible robarla, ya que el ladrón tendría que romper el marco para extraerla pero el marco es el componente más fuerte.

Además de solucionar el tema de la seguridad (y en el proceso permitirme dormir tranquilo), la Yerka se ve tremendamente cool. Tiene toda la onda de una pistera y puedes elegir el color que más combine con tu estilo personal: rosado, negro o turquesa.

La Yerka es altamente manejable. Yo tomo la calle, siempre. No me gusta subir a la vereda y no hay suficiente cobertura de ciclovías para que sea practico restringirme solo a ellas. Yendo al lado de y entre los autos, podía acelerar y frenar con facilidad, además, la Yerka ayuda a hacerte visible, ya que viene con neumáticos reflectantes. La bicicleta que probé venía sin cambios, pero un amigo compró una Yerka con cambios Shimano Nexus de 3 velocidades y dice que es la raja. Lo bacán de ese sistema de cambios es que los esconde en la rueda trasera para que mantenga el look de una bici sin cambios.

El producto es la estrella, pero también existe una historia inspiradora detrás de la Yerka. Es un emprendimiento chileno que tuvo su inicio como proyecto de curso de tres amigos: Cristóbal Cabello, Andrés Roi y Juan José Monsalve. Luego, decidieron levantar capital a través de una campaña de crowdfunding, la cual superó expectativas y recaudó $100 mil dólares. Han tenido tanto éxito vendiendo sus bicis que ya están disponibles en Europa y EE.UU. pero reconocen que su apoyo más grande siempre ha sido el del público nacional.

CONCURSO

Los chicos de Yerka Bikes decidieron trabajar con nosotros para darle un punch al mes más frío del año y regalar una Yerka. Si deseas participar, inscríbete en nuestro vip list y comparte el post público usando #YerkaxPOUSTA. En tu publicación, cuéntanos qué es lo que más les gusta de la Yerka. El concurso se finaliza el 17 de agosto.

Para conocer más sobre Yerka, pueden visitar su sitio web, Facebook, y Instagram.

GANADOR:

Catalina Reneé Lyng

Y para los que no se ganaron la bici, tranqui que los chicos de Yerka Bikes crearon el código POUSTAYK con un descuento especial en su web que durará una semana a partir de hoy 17 de agosto (o hasta agotar stock) y tengas tu Yerka soñada más cerca tuyo <3.