Las hermanas Yorka y Daniela Pastenes le dan vida a un proyecto musical que es puro corazón y agarra, y que te deja calientita el alma cada vez que las escuchas.

Ver a Yorka en vivo es una experiencia única, una que pocas veces una banda chilena puede transmitir. Desde hace un par de meses, al proyecto de las hermanas Yorka y Daniela Pastenes se unió un nuevo integrante. No vino a tocar la guitarra y a hacer los coros, sino que darle una nueva herramienta: Macarena Nieto es intérprete en el escenario de lengua de señas. En la línea de fuego están en las tres, cantando cada una en su mundo y todos en conjunto. Es algo especial, una cosa mágica que llena el alma entre letras que hablan de amor, desamor y las gansa de conectar con el resto.

También, es imposible reducir el proyecto completo en una banda que hace música para sordos, sino que se trata de abrir el paso a la inclusión durante sus shows.

Yorka: El otro día hablaba con la Maca y le decía que no sabía como había llegado aquí y me dijo que ella tampoco. Pasó y aportó. Hay cosas que aportan, suman, y más encima ves que tienen un objetivo noble que puede ayudar a otra persona a acercarse a cosas. Por lo que nos cuenta la Maca, y las personas sordas que nos han ido a ver, es que no escuchan música. ¿Qué van a escuchar una banda chilena? La Maca nos dio esta llave de esta puerta para poder entrar a un mundo totalmente desconocido. Ha sido una cosa de actualizar como nos paramos en el escenario, como nos movemos, las pruebas de sonido. El otro día fuimos a Concepción a tocar en la tele y no nos querían dejar salir con la Maca y fue como “no, vamos a salir con la Maca, es parte”. Yo creo que ha generado reflexiones importantes, de ojalá de darle una vuelta a la música. Quizá nos hemos quedado en un concepto muy básico de música, que es solamente escucharla. Lo que más me gusta es que la Maca interpreta lo que siento, lo que sentí en el momento en que escribí esa canción. Yo estoy diciendo “me ahogo” y la Maca hace el gesto de que estoy copada. Es bonito.

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Macarena Nieto en el escenario.

Daniela: Si la Maca te contara lo que está diciendo de la canción es otra canción, habla de otra cosa.

Y: La Maca no interpreta la letra, es el trabajo más bonito que le he dado a mi música en mucho tiempo. Quiero que transmita.

Lo más importante para ambas es que estos shows inclusivos son para abrirle la mente a los oyentes, esos mismos que escuchan sus canciones y van a sus shows para sacarlos de su mundo que no gira solamente alrededor de ellos.

“Yo siento que esta incorporación de la maca viene a ser también una crítica social. Hacemos música que entrega una misión compleja, difícil, y llega esta otra misión que es mucho más compleja y difícil, nos unimos y somos los Avengers, luchando contra todos los villanos del mundo”, dijo Yorka.

Hermanas de la música

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Yorka en vivo en Bar “El Clan”. Fotografía: Jorge López C.

Tienen cinco años de diferencia y las dos estudiaron Pedagogía en Música. Quizá su misión estaba predestinada en la sangre, con su mamá que siempre quiso tocar guitarra y su papá que fue rodie de bandas. La radio siempre fue el elemento principal en su educación musical y el MTV la pasión. Yorka toca desde segundo básico la guitarra, cuando su madre la inscribió en un taller para emprender y a ella, como buena niña, no le gustaba. Daniela siempre cantó y bailó, inspirada por la música que escuchaban sus mayores.

La mayor, Yorka, recuerda con pasión la manera en que cantaba en el auto de su mamá a los Backstreet Boys y las Spice Girls, como la música pop le caló en el corazón y que tiene a nombres como Chayanne, Adele, Ricky Martin, Fall Out Boy, Sui Generis y miembros de la Nueva Ola chilena. Daniela, la más chica, cantó en todo evento de colegio y concurso de la voz que pudo. No fueron las hermanas más cercanas de pequeñas, pero la música hizo lo suyo con su relación. Hoy son inseparables, indivisibles, tal como Yorka.

D: Si nos remontamos 8 años atrás, nos llevábamos pésimo. En el tema de la música y profesionalmente nos llevamos muy bien. Obviamente somos hermanas y peleamos por tonteras. Pero al final nos hemos vuelto muy amigas; no me di cuenta y ya le estaba contando todos mis problemas a mi hermana y ella me estaba contando todo. Nos volvimos un apoyo bacán. En lo que menos peleamos es en el lado de la música, sabemos lo que queremos, nos hizo súper bien hacer un proyecto juntos.

Y: Siento que esto me volvió normal una relación de hermana. Si veo que hay una persona que no tiene la relación que yo tengo con la Daniela, pienso que está mal. Soy muy afortunada de tener esta relación, porque parece que la gente no tiene esa relación con sus hermanos. A veces siento que vivo una fantasía, porque hay hermanos que se odian.

Si con la Daniela nos peleamos y yo la hecho de Yorka, o la Daniela se va y quiere hacer una carrera solista y yo me tengo que parar de nuevo en el escenario a cantar las canciones no sabría que hacer. ¿Cómo le enseño a otra persona sus voces si yo no me las sé? Puede que sea mi letra, la canción que yo hice, pero lo que hace la Daniela es algo suyo.

D: Soy interprete, me gusta darle un sentido.

Y: Lo más freak es que nos dimos cuenta que cantamos parecido. La daniela canta mejor en técnica pero lo hacemos parecido. Es chistoso que cuando alguien escucha una canción de nosotros, no sabe quién está cantando que parte. Si hay un ingrediente especial en este proyecto es que somos hermanas. Por mucho que cantemos con otra persona, nunca se va a poder mezclar nuestra voz con otra voz como lo hacen las nuestras. Tenemos la misma sangre.

D: Yo a veces creo que cuando estamos tocando nos leemos la mente. No sé si lo hacemos, pero a veces hacemos lo mismo y pensamos lo mismo.

Y: Siempre me gana en el cachipún porque me lee la mente. Una vez no pensé y le gané.

El valor de la música

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Por mucho que los medios y las redes sociales digan que a Yorka le está yendo bien, a veces a las dos les cuesta creerlo. Partiendo de la base que todo emprendimiento que uno hace, el ideal sería poder vivir de eso, más si ha costado separaciones con otras personas y mucho tiempo invertido en un proyecto. A la fecha, Yorka tiene dos discos “Canciones en pijama” e “Imperio” que las han hecho conocida en la escena del indie pop chileno, en cinco años de banda, y que este 18 de marzo volverá a expandir su catálogo con su tercer disco, el primero grabado en estudio profesional, que esperan lanzar durante este 2018.

Y: Yo creo que hacer música es estar enamorada de la persona que no le gustas y llevar mucho tiempo tratando de conquistar y no darte por vencida. Es estar en la friendzone hace años y quizá de a poco ir lográndolo. Hacer música en Chile es difícil y tenemos la suerte de ser una de las bandas que se ha logrado mantener persistentemente en el tiempo desde que partimos. Yo he visto muchos amigos con los que íbamos juntos y fueron cayendo. De esa camada que ya no sé quienes quedarán, nos quedamos un poquito solas. Por otro lado creo que estamos en una época en que la mujer en que está en el apogeo del comentario, de la rebeldía. Estamos tratando de generar una rebelión y todas las mujeres desde sus propios lugares de trabajo estamos tratando generarlo y todo esto se mezcló. Estoy súper agradecida de ser la persona que soy, de haber nacido cuando nací y de tener el proyecto que tengo, ha sido bonito lo que ha pasado. Lo mejor es que trabajo con mi hermano, por lejos es lo más lindo.

D: Todo el mundo te lo dice que no te dediques a esto, desde alguien que te conoce a alguien que no. No está catalogado bien ser músico, es “bonito” para la gente. No lo ven como una pega. Yo creo que ahora las personas están acostumbradas a seguir una rutina de ir a la pega, a su casa, hacer miles de cosas. Eso es lo que pasa ahora y la gente no está haciendo lo que le gusta. Al final da lo mismo todo eso, porque estar arriba en un show cantando y que alguien cante tu canción es amor totalmente.

Y: Para mi igual es como heróico, porque a mi me gusta creer que uno viene acá a dejar algo. Sería muy triste morirme y sentir que no hice nada en esta vida. Mi mamá nos tuvo a nosotras, igual creó una vida, es una mamá bacán y una excelente profesional, y yo siempre la he visto luchando por las cosas con perseverancia. Mi abuela igual, era una mujer ejemplar y nunca se quedó con lo que tenía que quedarse, siempre buscó un poco más allá. Nosotras somos mujeres, somos de clase media, somos de San Bernardo. Quizá no tenemos los recursos para ser músicos porque igual sale plata. De la fábula, en el camino somos las tortugas. Este es un videojuego que no termina nunca y te encuentras con el malo una vez al año después de haber pasado el continente. Si no, sería fome.

Fotografías por: Jorge López C.