Cosas que entiendes luego de leer Zero to One, un libro que te cambiará para siempre

Puede que Peter Thiel hoy en día no sea un santo de mi devoción debido a su apoyo a Donald Trump, pero algo que nunca le quitaré, es el crédito por ser el autor de un Zero to One, libro cuya lectura es obligada para cualquier persona que se dedique simplemente a crear y trabajar en equipo.

De quién nace Zero to One

Thiel es parte de la llamada Paypal Mafia, el grupo de empleados y fundadores de Paypal que más tarde daría vida a empresas que están cambiando el mundo tal y como lo conocemos; Tesla Motors, Youtube, LinkedIn o Space X son algunas de ellas. Peter es hoy en día es de los inversionistas con más prestigio de Silicon Valley y Zero to One, el libro del que les hablaré, está basado en los apuntes que tomó Blake Masters de Thiel en la conferencia llamada “Computer Science 183: Startup“.

Si nada en nuestra sociedad cambia de aquí a 100 años, entonces el futuro está a 100 años de distancia

¿Qué es lo interesante detrás de Zero to One? Básicamente nadie puede ser la misma persona luego de leer y comprender un libro de esta índole, porque si hay algo que logra hacer sin mucho esfuerzo, es rearticular y clarificar muchas cosas que están hoy en día en tu cabeza.

Si para ti con esta información es suficiente, dale, consigue el libro y apuesto que nunca te olvidarás de mi. En caso contrario, sigue leyendo porque estos son los cinco puntos clave para que te den ganas de leerlo.


Crear, no es lo que piensas

Después de documentales como Everything is a Remix, nos queda claro que vivimos en una cultura que toma elementos de todos lados, descontextualizándolos para así crear cosas aparentemente nuevas. Ese proceso de creación clásico, es iterativo, y podríamos decir que es como ir de 0 a n en una ecuación. Lamentablemente, el próximo Bill Gates, no será alguien que cree un sistema operativo nuevamente, o el próximo Mark Zuckerberg tampoco será quien cree una red social con dos o tres cosas mejores. El pensamiento realmente disruptivo, o el acto de crear desde cero, es casi mágico y tremendamente complicado. Ese proceso es ir de 0 a 1.

Tomar algo que ya existe y mejorarlo está súper bien, pero crear lo inexistente es la única forma que tiene el ser humano de avanzar. “Si nada en nuestra sociedad cambia de aquí a 100 años, entonces el futuro está a 100 años de distancia”. De ese mismo futuro hay muchas cosas que desconocemos, pero lo único que sabemos es que será diferente a lo que conocemos, y que sus raíces están en el mundo que hoy en día vivimos.

Una start up es lo más cercano que tendremos a poder controlar y crear nuestro futuro.


Existe una forma de ser parte del futuro

Si cualquier forma nueva y mejor de hacer las cosas, es tecnología y hacemos el ejercicio de reimaginar cómo algo se hace, estamos un paso más cerca del 1 del que Thiel nos habla. Allí es donde surge la idea de una startup como motor de cambio. Una startup, tu startup, es en teoría el grupo más grande gente que puedes convencer a través de un plan, de crear un futuro mejor. Una start up es lo más cercano que tendremos a poder controlar y crear nuestro futuro.

Para poder pensar en un futuro mejor, lo primero que debemos hacer entonces es revisar todos nuestros credos o pensamientos y sacar en limpio. Esto porque las convenciones sociales nos parecen arbitrarias y absurdas cuando las vemos en retrospectiva, pero cuando somos parte de ellas nadie se queja.

La educación actual busca crear personas homogéneas relativamente buenas en muchas cosas, aunque excelentes en nada. Debemos dejar de actuar como si tuviéramos todas las respuestas del universo y para ello:

  • Debemos dejar de sumergirnos poco en diversos temas, y mejor aprender todo de golpe, pero con mucha especialización.
  • Dejar de temer al riesgo. Los secretos del universo no están en lugares libres de riesgo y la misión de nosotros y nuestras “start ups” es responder algún secreto del mundo.

Conclusión: para poder mirar más allá de nuestras narices, para poder ir de 0 a 1, debemos obligarnos a pensar de un modo que usualmente no lo hacemos y estimular nuestras propias fijaciones “temáticas”.


Algunas reglas son para romperlas

Antes de la explosión de las .COM, todo era fiesta en Silicon Valley. Ese quiebre dejó algunas lecciones típicas:

Debes buscar crecimientos graduales en tu empresa; tu empresa debe ser delgada y flexible; debes participar de mercados que ya existan y por último, enfócate en tu producto, no tanto en ventas.

Aún así, para Thiel esas “leyes” de toda startup, no son del todo acertadas. Bajo esa perspectiva:

  • Es mejor arriesgar por ser atrevidos, que ser triviales
  • Un mal plan, siempre es mejor que ningún plan
  • Los mercados competitivos arruinan la rentabilidad
  • Las ventas importan tanto como el producto

Competir es una estupidez

Ganar es mejor que perder, pero todo el mundo pierde si es que ganas una guerra que no vale la pena.

¿Por qué los economistas están obsesionados con la competencia como un estado ideal? Básicamente porque copian sus matemáticas de libros del siglo XIX donde los individuos son vistos como átomos intercambiables, no como creadores únicos. Ellos ven la economía de esa forma, porque es la más fácil y obvia de ver, no porque represente mejor cómo funciona un negocio.

De hecho para graficar esto, nos da un ejemplo a través de Shakespeare.

Imagina una producción llamada Gates & Schmidt basado en Romeo y Julieta. Microsoft son los Montesco, mientras que Google son los Capuleto. Dos grandes familias manejadas por nerds con mucha caja en sus cuentas.

Como ocurre con toda tragedia, el conflicto parece inevitable solamente en retrospectiva, pero el hecho es que ambas familias vienen de lugares distintos. Los Monstesco crean sistemas operativos y software de ofimática, mientras que los Capuleto un motor de búsqueda. ¿Por qué están peleando? Ambas familias en la medida que crecen se obsesionan más y más con la otra llegando a un punto donde vemos a Windows versus Chrome, Bing versus Google Search, Explorer versus Chrome, Office versus Docs y Surface versus Nexus.

Tal y como si fuese un coste de la guerra, Apple apareció y les quitó todo. La capitalización bursátil de Apple el 2013 era 500 billones, mientras que la de Google y Microsoft juntas era de 467 billones.

Más que cualquier otra cosa, la competencia es una ideología que pervierte nuestra sociedad y distoriciona nuestro pensamiento. Competir, hace que la gente alucine con oportunidades inexistentes, ya que todo el mundo quiere ganar “algo”. El problema, es que sí, ganar es mejor que perder, pero todo el mundo pierde si es que ganas una guerra que no vale la pena.

Mientras una empresa compita en un mercado ya existente, siempre estará preocupada por su participación de mercado, dinero o en qué está haciendo su competencia, sin contar que sus márgenes nunca podrán ser lo suficientemente altos como para invertir en innovación.

Crear un monopolio creativo, significa que fuiste capaz de crear un mercado cuyo producto o servicio funciona tan bien, que la competencia está por 10 niveles más abajo del tuyo. Las características de uno de estos monopolios, es que tienen tecnología propia, tienes impacto social (la gente te recomienda y habla de ti), escalas apropiadamente y tu marca es reconocible.

Para lograr eso, debes partir con un mercado pequeño al que monopolizas porque no existe la competencia. Luego escalas monopolizando otros mercados pequeños. Tampoco trates de irrumpir un mercado ya existente, pues las empresas que han hecho eso, usualmente sufren finales trágicos (Napster, Cuevana por ejemplo). Las startups exitosas raramente pertenecen a gente MBA pues los mercados iniciales lucen tan pequeños que ellos no son capaces de ver las oportunidades que ofrecen.


Vender , distribuir y el marketing son clave

A los nerds les gusta actuar con escepticismo respecto de la publicidad, el marketing y las ventas, porque lo consideran superficial e incluso irracional. Pero la publicidad es importante porque funciona. Funciona con los nerds, y funciona en ti. A todos nos encanta pensar que no nos influyen los medios y que nuestras preferencias son únicas e individuales pero esto no es cierto, somos creaciones de toda la publicidad que consumimos. Todo mundo está vendiendo algo.

Entendiendo eso, puedes tener un mal producto y excelente distribución y aún ser un éxito, pero no puedes tenerlo al revés. Si miras a tu alrededor en la empresa y no ves un vendedor, significa irremediablemente que el vendedor eres tú.

Peter Thiel, autor de Zero to One junto a sus amigos.
La “paypal mafia” fotografiada en San Francisco, Oct, 2007. (Falta nuestro amado Elon Musk)
Asiento de atrás, desde la izquierda: Jawed Karim, co-fundador de Youtube; Jeremy Stoppelman CEO Yelp; Andrew McCormack, partner en Laiola Restaurant; Premal Shah, Presidente de Kiva; Segunda fila desde la izquierda: Luke Nosek, partner de The Founders Fund; Kenny Howery, managing partner de The Founders Fund; David Sacks, CEO Geni y Room 9 Entertainment; Peter Thiel, CEO de Clarium Capital y Founders Fund; Keith Rabois, VP BIz Dev en Slide e inversor de Youtube; Reid Hoffman, fundador de Linkedin; Max Levchin, CEO Slide; Roelof Botha, partner en Sequoia Capital; Russel Simmons, CTO y co-founder de Yelp

Tu equipo, tu mafia

Puedes atraer a la gente que necesitas para tu equipo, simplemente explicando la misión de tu empresa y por qué es importante. De una u otra forma terminarás trabajando con gente talentosa que encaje con la cultura y visión de tu empresa.

Cuando ya tengas a tu equipo, asigna tareas específicas para que así sea fácil identificar responsabilidades.


Como verán, Zero to One no es cualquier libro. Me encanta porque está lleno de ideas no convencionales de cómo desarrollar negocios que te resulten apasionantes e incluso de cómo llevarlos a cabo.

Puedes encontrar este libro en Amazon en su edición original o en español.

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