El joven de 24 años quedó con una pierna y la nariz quebrada. Su mamá subió un crudo registro a Facebook.

3:30 AM. Domingo. Nicolás Lombardi, 24 años, conductor de Uber, maneja su auto desde Viña del Mar a Quilpué. Lleva dos pasajeros.

En la mitad del camino, pasando por la zona del Troncal, vio un auto estacionado de forma improbable con las ruedas delanteras arriba de la vereda y las de atrás en la calle. Sospecha que se trata de un accidente. Se baja a ver.

Según contó a La Estrella de Valpo, había dos personas durmiendo en los asientos de adelante. Los despertó, les pidió las llaves del auto, les intentó hacer entender que así no podían manejar. Les dijo además que iba a llamar a la policía y entonces despertaron mal. Uno se identificó como infante de Marina y le exigió de vuelta las llaves. Forcejearon. La escalada de violencia llegó al punto de que Nicolás tuvo que huir. O intentar huir. Porque los dos tipos lo alcanzaron, le rompieron la nariz y una pierna.

Después de Lombardi terminó en el hospital después de arrastrarse hasta un paradero donde estuvo botado sangrando hasta que para su suerte pasó una ambulancia. Los dos agresores fueron detenidos y formalizados por los delitos de lesiones graves.

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