– Candy Crush
Esta app funciona igual que una droga. Es gratis en un comienzo. Todo es diversión, colores amigables y una sana competencia con tus amigos. Después, sin que te des cuenta, tus amigos empiezan a gastar dinero para comprar “vidas”, “chocolates especiales” comienzan a despertarte a la 2 de mañana rogando si le puedes dar una vida extra o obligan a otros no tan adictos a jugar en compañía por si necesitan ayuda.
– La gente que le da like a sus propias fotos o estados.
No sabemos de la veracidad de este supuesto curso de autoayuda para las personas que se auto-ponen like a sus publicaciones en facebook. Pero algo es cierto, los autolikes son un problema real y cercanos a todos nosotros. Todos tenemos a alguna amigo que lo hace y todos alguna vez lo hemos hecho para ver como se siente
– Will I. AM
Will i am es uno de los productores de la música más nefasta y adictiva sobre el planeta. Aparte de hacer canciones para que tus hermanos chicos se emborrachen y cometan errores. tiene una adicción con la frase “i-AM”. Todo lo que hace se llama de esta forma. De hecho demandó a Pharell por su canal de youtube que se llama ” i Am other”. Aparte de compararse con un “Bill Gates” moderno, hace poco comenzó una empresa de automóviles. si conoces a alguien con mucho dinero y con mal gusto de seguro es perfecto para invertir en las empresas de Will IAM.
Este auto sale $900.000 dolares.
La policía debería ir a revisar los macbooks de los djs de Suka y eliminar su música de los computadores.
– Nutella
La Nutella es increíble de eso no hay duda. Pero al probarla automáticamente te transformas en un adicto más molesto que un Belieber. Llegando al punto que en Tumblr encontramos: chicas desnudas, weed, ropa y nutella
– Pijama Surf
Este sitio es el culpable de generar una gran población de internautas con el síndrome “salfate”.
Post “súper serios” de estudios de universidades (que nadie conoce) que automáticamente transforma a todos sus lectores en Súper Emprendedores digitales, Gurus tecnológicos o en entendidos del “New World Order”.
Conspiraciones extraterrestres, viajes dimensionales acompañados por usuarios que les gusta el bitcoin pero no lo entienden.
Una generación de hippies/esotericos 2.0 que merecen un tratamiento de desintoxicación urgente. Al igual que la droga de “Limitless” a muchos los hace creer inteligentes mientras la leen.
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