La película que une a Dave Franco y a Abbi de Broad City no es por ningún lado una comedia: es la verdad de cómo la adicción a las drogas es capaz de destruirlo todo.

En 6 Globos, a ambos protagonistas estábamos acostumbrados a verlos en papeles de comedia. Dave Franco comenzó a ser conocido hace ya varios años por su papel pequeño en Scrubs, para después saltar a películas hollywoodenses de comedia, y Abbi Jacobson es la inconfundible Abbi en Broad City. Nos han dado risa y mucha, así que es sorpresivo verlos en papeles diametralmente opuestos a lo usual. Esta es una película dramática y una que llega bien adentro.

Katie (Jacobson) se está preparando para celebrarle una fiesta sorpresa a su novio Jack (Dawan Owens) en la casa familiar, pero falta un integrante: su hermano Seth (Franco), un ex adicto a la heroína. O así se supone que estaban las cosas. Cuando Katie pasa a busca a Seth para llevarlo a él y a su sobrina a la fiesta, se da cuenta de que tiene un montón de paquetes y cartas sin abrir y que se nota muy desenfocado.

Mirando constantemente por la ventana, Katie empieza a notar signos del pasado en su hermano y como su actitud se puede deber a que ha vuelto a consumir, incluso después de pasar por lo bajo 5 veces por rehabilitación. Arriba del auto todos, los hermanos comienzan a hablar sobre la adicción incontrolable de Seth y como Katie siempre es la intenta arreglarlo, pero no lo logra porque no está en ella mejorar la situación. Así, una vez más Katie lo lleva a un centro de rehabilitación donde no aceptan su seguro social y a otro donde no lo puede ingresar porque es para adictos a la heroína, y Seth ahora está, además, en la oxicodona.

Durante el transcurso de un día, ambos hermanos recorren todo Los Angeles intentando encontrar una salida para Seth, mientras Katie se pierde gran parte de la fiesta y su hermano cae en un espiral de abstinencia que los lleva a romper los límites. Nada de esto es lindo de ver, y tampoco su directora Marja-Lewis Ryan pretende ocultarlo. Quizá menos gráfica que otras películas sobre drogas como Requiem for a Dream o Trainspotting, esta no se trata propiamente tal sobre la adicción o las primeras etapas de ésta, sino que las consecuencias de ya llevar años atrapados en el huracán y no poder salir de allí.

Son dos actores haciendo todo lo posible por contener en ambos las emociones y pensamientos de una adicción capaz de destruir familias; Jacobson pone todo en la mesa para mantener el control de una situación de la cual es imposible salir con facilidad, manteniendo una expresión de ensimismamiento profundo, siempre preparada para controlar la situación, y Franco, entre el dolor de necesitar inyectarse algo lo antes posibles y la euforia que encuentra en la droga, después de consumirla, casi como si reviviera cada vez que lo hace, teniendo siempre en cuenta que su hermana estará al otro lado para ayudarlo una vez más.

Tanto es el amor, y quizá la culpa, que Kate siente por su hermano que no solo ha pagado por su rehabilitación, lo ha llevado personalmente a ingresarse en los centros, sino que es capaz de poner en riesgo su persona porque él pueda volver a la normalidad ilusoriamente un par de horas. Para eso, se va a meter a un lugar en Los Angeles donde venden cualquier tipo de drogas en la calle y luego, ir a comprar jeringas a una farmacia, pedir la llave del baño y cambiar a su sobrina que se cagó hasta las orejas, mientras que su hermano se inyecta para volver a ser él. Para esto, la cámara está en plano cenital, comparando las dos situaciones: Katie y su sobrina, y Seth, drogándose otra vez, recibiendo el rush de oxicodona en su torrente sanguíneo.

Esta es una historia de dos personas que son adictas a diferentes cosas, sobre todo al poder del amor, pero que la vida les está gritando que salgan de ahí lo antes posible antes de perderlo todo. Si Seth no se limpia, perderá la posibilidad de seguir viendo a su hija permanentemente, y con eso la última conexión de humanidad que tiene con su vida; y si Katie no renuncia a salvar siempre a su hermano, toda la gente alrededor de ella se cansará de seguirla esperando a que aparezca para que vea los momentos importantes que se está perdiendo.

La premisa del título, los actores (porque también aparece Jane Kaczmarek o más conocida como la mamá de Malcom in the Middle) son principalmente de comedia, quizá hasta el mismo setting de una fiesta de cumpleaños te engaña y te hace creer que está frente a una típica historia con final feliz, pero no, es mucho más que eso: es la realidad de un Estados Unidos sumido en una crisis de droga que se está llevando a muchos de ciudadanos.

6 Balloons está disponible en Netflix.