La nueva ley de etiquetado de alimentos no solo sorprendió a la gente que creía que las galletitas de salvado son lo más sano del planeta, también nos arrancó el kinder sorpresa y mató a la cajita feliz tal y como la conocemos. ¿Qué opinamos de esto?. Pues está bien, está súper bien. Latinoamérica y particularmente Chile, está mostrando unos niveles de obesidad tremendos que podemos ver ahí, en la calle, cada 2 minutos.
Ahora bien, asumiendo que nuestra madurez actual nos ha llevado a dejar de lado del sueño de ser la próxima Giselle Bundchen, de todos modos investigamos qué hay más allá de lo que comemos. Nuestro cuerpo es una máquina repleta de superpoderes y existe un buen puñado de químicos que son tóxicos para él, y aunque ellos no forman parte de la ley de etiquetado, aprovechamos que estás mirando etiquetas para que comiences a poner atención con ellos.
Estos son algunos de los killerfoods a quienes sería bueno lanzar una patada voladora sin necesidad de ser del país veggie yogi.
(Cada alimento tiene un link al link con la evidencia científica de que nos hace mal)
Refinados
Harinas arroces azúcares sales. CE ESE EME, así es. El proceso por el que pasan las materias primas en practicamente todo lo que comemos separa a las proteínas y las elimina: al extraerse el azúcar de la remolacha se elimina el 100% de la proteína; al molerse el trigo entero se pierde el 11,2% de las proteínas originales; en el procesamiento del arroz se elimina el 30% de la proteína y al pelarse y hervirse las papas se pierde hasta el 16% de las proteínas. Entonces incluso el cuerpo genio no tiene idea cómo digerir y asimilar bien lo que le entra. Además blanquean los trigos y arroces y maíces originalmente cafés con cloro y bromuro, haciéndose añicos la tiroides. No contento con eso los refinados obstruyen las criptas y microvellosidades intestinales y aniquilan los divertículos. Y así, los refinados alentan y van no tan de a poco cagando cada órgano, sin excepción.
Cabritas de microondas
Novedad para nadie pero esto es serio. Todo en las rápidas palomitas son terribles. Desde los granos de maíz que están alterados genéticamente hasta la sal procesada y los conservantes y el microondas y todo mal. MÁS ENCIMA tienen todas un producto químico que se llama diacetil que mata pulmones.
Embutidos
Se sabe ya también. Uñas, palomas, plumas, toda la cochinada envuelta en hígado aliñada con ese tentador y seductor olorcito a fonsi se curan además con un arma llamada nitrito de sodio y otros conservantes químicos que se relacionan con enfermedades cardíacas y obvio; cáncer.
Soya
No sólo la salsa del sutzi. La carne de soya, la lecticina de soya y todos los de la soyfamily. Además de ser también genéticamente modificados y ser inflamador de articulaciones, el proceso es con un producto tóxico conocido como hexanoqdel que se saben defectos congénitos, problemas reproductivos y obvio, cáncer.
Todo lo light
El aspartamo y la sucralosa, ambos famosos ya por ser causa de daños neurológicos, problemas gastrointestinales y alteraciones endocrinas. Fat free, death zip.
El caldomaggi
La sopa para uno, el maruchan, todo ese easy fast seasoning son una mini concentración fukushímica de maldad. Glutamato monosódico se llama el gatillante de cáncer en este caso. Ese y básicamente todo lo artificial sintético que los compone. Y así, miles de ingredientes impronunciables son villanos camuflados vestiditos de obeja en el Líder. Say bye to madafakas!
Pareciera entonces que la comida dejaría de ser una fuente hedonista pero existió un tiempo en el que Dionisio nunca probó un súper8. Hace poco Antonia Cafati, que lleva toda una vida de superheroína y un par de años con un blog utilísimo para quienes quisieran seguir sus pasos, lanzó un libro de recetas ilustrado por Pati Aguilera llamado “Reina Palta” que parece ser una excelente adquisición para la biblioteca de todo hogar.