La joven estaba repartiendo comida en bici. “Había gente partida por la mitad, otros sin cabeza”, contó.

Hace un año, Paz Guzmán, ingeniera en construcción se fue a vivir con Rafael Sánchez a Francia, en específico, a Niza.

Anoche, Paz estaba haciendo su trabajo en el paseo de los Ingleses repartiendo comida en bicicleta para un restaurante, esquivando a la gente que hasta ese momento celebraba la celebración de “La toma de la Bastilla”, cuando la locura se desató.

“Fue horrible. Pánico por todos lados”, le contó a La Cuarta.

Estaba parada en un semáforo mandando un mensaje de texto, cuando vio la estampida de gente. Una mujer le alcanzó a decir a la pasada que había ocurrido un atentado y que huyera. A Paz le costó distinguir las palabras. “Todo el mundo gritaba y lloraba”, contó.

La joven guardó su celular, tomó con firmeza el manubrio de su bicicleta y pedaleó. “Había sangre por todos lados, gente partida por la mitad, otros sin cabeza. Fue terrible”, recordó.

Paz salvó ilesa del atentado que costó la vida a más de 80 personas.