“Es como el popper de los hetero”. “Es una droga para el pene”. Este año la pastilla azul cumple 20 años.

vodka-and-viagra-o

Creado por el laboratorio Pfizer como un vasodilatador para el tratamiento de la hipertensión arterial pulmonar y patentado con su nombre en 1996, fue aprobado para el tratamiento de la disfunción eréctil dos años después, como Viagra. El nombre de su compuesto químico es Sildenafil y se vende de manera libre en cualquier farmacia.

Este año el revolucionario fármaco cumple 20 años.

Han aparecido cientos de reportajes sobre el tema. Pelé fue rostro del producto. Un montón de hombres, por sobredosis y/o ataques al corazón han muerto erectos. Hay una película sobre su nacimiento protagonizada por Jake Gyllenhaal, y es un tabú gigante en una sociedad que le cuesta aceptar una cosa: tu rendimiento amatorio tiene mucho que ver con la validación social frente a tus pares.

Esta semana, Fabricio Vasconcellos (el ex bailarín de axé y al que todos vimos desnudo gracias a una revista porno brasileña) contó sobre una mala experiencia tomando Viagra junto a su esposa en la casa de sus papás: dijo que se le habían puesto rojas las orejas y se le tapó la nariz. En resumen, dijo que lo probó y no le gustó.

¿Hemos superado la vergüenza de hablar de estas cosas con la risita entre los dientes? ¿Cruzamos la barrera del subdesarrollo mental para hablar de sexo y sus “problemas” asociados?

Los hombres, del tema no hablan. Aunque existen anécdotas anónimas de sujetos descubiertos por sus parejas portando las pastillas azules que aseguran haber vivido una vergüenza y un trauma difíciles de superar.

Salimos a preguntarle a algunas jóvenes que sabían del Viagra.

viagra_ffs

Pía

“Me encantaría probarlo yo y probarlo con alguien más joven. Ojalá que no se le pueda bajar, reírme mucho, tirarle agua helada y que le duela. Y reírme más, porque el diablo reside en mí”.

Bárbara

“Primero, encuentro importante señalar que el viagra es, igual que muchas otras sustancias, un producto que se comercializa con objetivos médicos, pero a la vez permite usos “recreacionales”.

Básicamente, una droga para el pene, que socialmente está tan aceptada entre los heteros como el poppers lo está entre los colas.

Ha pasado que el viagra pasó de ser una pastilla que ‘ayudaba a los viejitos que no se les para a tirar’ a ser una droga de uso voluntario que no es motivo de vergüenza para quienes la usan (hace unos días el mismísimo negro Piñera tiraba la talla sobre su uso, antes de tirarse con la declaración contra José Piñera).

Para mí, este fenómeno refleja (una vez más) lo socialmente aceptadas que están ideas como que ‘una mejor relación sexual’ equivale a una relación donde el pene ‘funciona mejor’. Las causas y consecuencias de eso son cosas que tenemos muy claras ya, pero que una se cansa de explicar. O es eso o es que una importante cantidad de hombres están tan reprimidos sexualmente que necesitan un medicamento que les permita tener una erección”.

viagra-jovenes

Catalina

“Lamentablemente nos mantienen en una sociedad ignorante, a esto me refiero en que el sexo no es visto desde su esencia de placer, liberación, éxtasis. Se ha vuelto una obligación social, un manifiesto del machismo donde solo importa el ego de cada uno.

La culpa reside en el cartuchismo con que nos educan, los hombres y mujeres objetos, el acoso callejero, la intolerancia a la diferencia, el miedo a creer en nosotros mismos y ser quien realmente somos.

Creo que pasé como 10 años de mi vida o quizás más, sintiéndome insatisfecha, de haber tenido pene no se me hubiese parado, como mujer podía fingir siempre y luego satisfacerme sola. Todo esto hasta que salí de Chile y tuve sexo de verdad, libre de prejuicios. El Gobierno debería repartir vibradores a todos, en vez de matinales con viejas fachas y falsos artistas”.

Jocelyn

“Puta, creo que los hombres se sienten un poco presionados a cumplir con ciertas condiciones que el entorno les impone. Así como las mujeres se sienten presionadas para estar flacas, maquilladas, etc., para cumplir con lo que se espera de ellas; los hombres -en ese “espíritu competitivo” que les enseñan- creen que tienen que tener penes de 28 centímetros y ser capaces de durar 4 horas en una relación sexual, porque obvio que todo lo que sale en las pornos es cien por ciento real y como en su realidad no ocurre así, y parte de su deber ser masculino indica que deben cumplir con esas expectativas, se medican para lograrlo…

Aclaro que no tengo absolutamente ninguna crítica hacia el uso de drogas recreativas y creo que cada persona tiene derecho a elegir si quiere o no usarlas y con los fines que estime adecuados, pero igual me da penita que sea para cumplir. Como si todxs esperáramos una sola cosa en una relación…”

Ignacia

“Encuentro ridículo compararlo con el lubricante femenino, no siento que estén en el mismo nivel. Y concuerdo con las opiniones de que el Viagra ya no tiene una connotación negativa, muy que los campeones usan la hueá pa tirar mil veces. Los hombres están en una posición de privilegio en torno al sexo, en todas sus formas, sobre todo el goce”.