Interpretó “Fe” acompañado de su banda y unos feat. de Manuel Garcia, Javiera Mena y Roberto Márquez de Illapu.
Sin presentación, como de la nada, aparece Jorge González, sentado en el escenario, evidentemente debilitado, físicamente frágil y cansado. Pero con el espíritu, al menos en actitud, inquebrantable. Lo acompaña su banda de hace ya varios años, Gonzalo Yañez, Pedro Piedra y Jorge del Campo, pero también Manuel Garcia, Roberto Marquez, Javiera Mena.
Tocan y cantan “Fe”, ese estremecedor himno contra el destino inexorable de las relaciones y la vida. Esa canción de todos quienes oyen casi inconscientemente en su cabeza esos días post crisis depresivas en donde el sol entibia un poco la piel entumecida por la pena y seca los ojos blandos y salados.
Lo que sale es una versión que a la primera escucha emociona y eriza. Luego, a la segunda, todo parece un tanto forzado. Teatral. No Jorge, a él se le ve genuinamente emocionado pero algo confuso. Difícil no sentir nostalgia del Jorge fuerte, rudo, frontal, que el 2002 puso los puntos sobre las ies: “Que bonito que de todo el ego gigante que tenemos los artistas, las ganas de figurar, se pueda transformar en ayuda a los niños. Que de toda la avaricia y el sentido del buen negocio que tienen las empresas, que pueden subir los precios, pagar menos impuestos, hacerse propaganda, y con lo que consume la gente, puedan entre comillas ayudar, y se pueda ayudar realmente a los niños de la Teletón”.
Luego aparece Don Francisco, que quizá por cansancio o tal vez porque esas palabras todavía lo tienen picado, y despide y agradece al músico vivo más importante de la historia de Chile con una frialdad que choca y estremece más que la misma presentación. Dos minutos después está en el escenario J Balvin cantando “si te gusta el reggaeton dale, vamos a pegarnos como animales”. O algo así. Y la sensación es que esperadísima presentación pasó demasiado piola.
Que el cambio fue demasiado brusco. Que quizá era mejor quedarse con el recuerdo del 2002 (aunque también puede ser que de una forma más sutil pero rebuscada Jorge volvió a dejar en evidencia la brutalidad del show televisivo y qué tanta “emoción” de la cruzada termina por dejarnos sintiendo nada). Al final y como siempre, la Teletón cumple con la misión de provocar tantos sentimientos, que estos terminan encontrados. Semi anulados.
El análisis de mi madre es que “fueron cagaos con él”. Yo, entendiendo la multifactorialidad de lo ocurrido, o de lo que pudo haber ocurrido, también siento que fue más o menos así.
A saber: Jorge González sufrió el 2015 un accidente cerebro-vascular del cual se recupera hasta el día de hoy y en cuyo tratamiento la Teletón ha sido clave. No se presentaba en un escenario desde entonces, a excepción de una breve e íntima tocata en el Liguria hace unas semanas.
Acá la presentación de este año.
https://www.youtube.com/watch?v=D-2mkkqLneU