Solamente quedan 2 mil ejemplares, pero la fundación Huilo Huilo tiene un programa para ir en su rescate.
El escudo nacional de Chile está sostenido por dos animales. El más emblemático, sin duda, es el cóndor, debido a la popularidad del cómic Condorito. El escudo fue diseñado por el británico Carlos Wood y adoptado en 1834 durante el gobierno del presidente José Joaquín Prieto. En su mensaje al congreso para iniciar el proceso de reemplazar el antiguo escudo, Prieto pidió la inclusión del cóndor debido a que es “el ave más fuerte, animosa y corpulenta que puebla nuestros aires”. Afortunadamente, el cóndor no se encuentra en peligro de extinción aunque si es considerado una especie “casi amenazada” ya que su población y rango se están disminuyendo.
El otro animal nacional, con mucho menos notoriedad, es el huemul. Prieto lo eligió para el escudo justificándose en la siguiente descripción: “el cuadrúpedo más raro y singular de nuestras tierras, no hay noticia que habite otra región del globo, y de cuya piel notable por su elasticidad y resistencia hacen nuestros valientes naturales sus coseletes y botas de guerra”. Podemos sacar varias conclusiones de las palabras de Prieto. Primero, que ya en las primeras décadas de la República, el huemul no era un animal habitualmente visto. Dos, que su presencia en la región es única: la gran mayoría de su población vive dentro de las fronteras chilenas mientras otro 25% habitan el otro lado de la cordillera en Argentina. Por último, el huemul tenía un valor económico gracias a su piel y esto contribuyó a su presente estado precario.
Antes del siglo XIX, el huemul vivía en un territorio que iba desde Santiago hasta el estrecho de Magallanes pero desde el siglo XX están restringidos a la patagonia y otras zonas de la cordillera austral. No sólo se ha disminuido su hábitat sino la densidad de individuos. De hecho, hoy en día es muy poco habitual ver uno en la naturaleza – aventureros extranjeros incluso pagan mucho por un tour que sólo promete la posibilidad de verlo. Esta rareza se debe a que el huemul es tímido y no vive como miembro de una manada. Prefiere la vida solitaria, o como máximo un grupo de tres cuando la mamá está con sus crías. El huemul es un herbívoro y come hierbas, brotes y arbustos. Las hembras pueden llegar a pesar 80 kilogramos y medir 80 centímetros, mientras que los machos – quienes se distinguen por sus astas de hasta 30 centímetros que usan para atraer las hembras – pesan hasta 90 kilogramos y miden hasta 90 centímetros. Pero de todas sus características, mi favorita son sus orejas gigantes!
Como pueden ver en las fotos que acompañan este articulo, son animales majestuosos y hermosos. Lamentablemente, sólo quedan unos 2.000 individuos silvestres lo que equivale a 1% de su población histórica. Esta situación preocupante se debe a varios factores: la caza, ataques de perros asilvestrados, enfermedades provenientes de la ganadería, competencia con especies introducidas como el ciervo rojo y la destrucción de su hábitat por la minería y proyectos hidroeléctricos. Tanto el gobierno de Chile como el de Argentina tienen planes de conservación pero nada ha podido revertir la tendencia de gradual desaparición. Hay esperanza de que con la creación del Parque Nacional Patagonia y sus 250.000 hectáreas de naturaleza pura sin intervención humana, el huemul puede empezar a recuperarse. Existen otras iniciativas que intentan ayudar al huemul.
La fundación Huilo Huilo tiene un programa que busca reproducir a la especie para luego devolver individuos a su hábitat natural. En 2016 lograron la primera introducción de individuos a la vida silvestre, dando así una razón para mantener intacta la esperanza de poder salvar el noble huemul.