Tierno y tenebroso. ¿Tiernobroso?
Ubicada en la isla de Shikoku, actualmente Nagoro cuenta con más muñecos que humanos. Su población no supera las 30 personas versus los casi 300 monos de trapo.
Poseedor de un paisaje increíble que se asemeja a tantos escenarios de películas de Miyazaki, Nagoro es una pequeña aldea ubicada en la isla de Shikoku que en su pasado contaba con más personas que muñecos, como casi toda ciudad del mundo. Hoy es capaz la única ciudad del mundo que tiene esa proporcionalidad inversa.
La razón del abandono se debe principalmente a que los jóvenes de dicho lugar han visto sus ambiciones limitadas por la ubicación de lugar, por ende han dejado su aldea para seguir estudiando y desarrollarse profesionalmente sin jamás regresar.
Ayano Tsukimi es una de esas personas que se fue de su pueblo, pero a diferencia de la mayoría, regresó para cuidar a su padre. Fue en dicho regreso que se dio cuenta la increíble baja en la población. Decidió quedarse… y literalmente “rellenar” el vacío con muñecos con el fin de evitar el olvido del pueblo.
Hechos de palos de madera, papel de diario, medias y botones, los muñecos de Tsukimi se han vuelto un atractivo turístico. Cada vez son más las personas que quieren conocer esta aldea por lo tétrico y mágico que se ve repleta de muñecos ubicados en distintas partes como en colegios, jardines, tiendas y lugares para comer.
Claro está que los cientos de visitantes que ha recibido Nagoro solo están algunas horas. Tras recorrer el lugar, sacar fotografías, tomar vídeos y probablemente conocer a Tsukimi, cada turista regresa a su origen dejando atrás a Nagoro con sus 29 habitantes y 350 muñecos que, de alguna forma, han logrado poner de nuevo el mapa a este pueblo que lucha contra el olvido.
Fuente: BBC Mundo