A una semana de la muerte de Stephen Hawking revisamos algunas de sus teorías más escalofriantes sobre el futuro.
Robots fuera de control
“A menos que aprendamos a prepararnos para los riesgos potenciales y a evitarlos, la Inteligencia Artificial podría ser el peor evento en la historia de nuestra civilización”, explicó Hawking al programa “Expedition New Earth“, de la BBC el año pasado.
“Los robots podrían llegar a tomar el control y se podrían rediseñar a sí mismos”, agregó.
“Creo que el desarrollo de una inteligencia artificial total podría ser el fin de la raza humana”, esto, desarrolló, es porque los humanos, que evolucionamos de forma lenta, no podríamos evitar ser dominados y finalmente reemplazados por los robots que evolucionan mil veces más rápido.
A Marte los pasajes, dice Hawking
“Para el año 2600, la población mundial estará hombro con hombro y el consumo de electricidad haría que la Tierra brille al rojo vivo”, así describió Hawking el futuro.
Con hombro con hombro no se refería a que nos volveríamos una sociedad que trabajara en conjunto por un mundo mejor, sino a que la sobrepoblación nos haría literalmente estar “hombro con hombro”, pegados como en el metro en hora punta.
Con la tierra brillando al rojo vivo lamentablemente tampoco se refería a una candente fiesta sino a que el consumo energético para esa cantidad de gente haría que la Tierra se transforme en una “bola de fuego ardiendo”. Para solucionar este problema (y de paso escapar de los robots malignos y los uber autónomos asesinos) Hawking proponía que la ciencia debe enfocar sus esfuerzos en menos robots y más viajes al espacio, específicamente a Marte.
Al igual a lo que plantea Elon Musk , Stephen creía que la única forma de supervivencia de la humanidad era irse a destruir otro planeta.
Los alienígenas existen (y no son buena onda)
Sin embargo, ese viaje al espacio en busca de un nuevo hogar no estaría exento de complicaciones. Aparte de encontrar un planeta con agua y oxígeno y ojalá 4G también habría que buscar la forma de interactuar de forma amigable con los posibles vecinos, que según la impresión de Stephen serían sumamente poco amigables.
Porque si había un par de cosas de las que estaba seguro el físico británico eran: los hoyos negros tienen un poco de luz, Dios no existe pero los alienígenas sí y no son nada de simpáticos.
“Los aliens de civilizaciones más avanzadas podrían convertirse en nómades buscando conquistar y colonizar nuevos planetas. ¿Quién sabe cuál sería el límite? hacer contacto con una civilización extraterrestre podría ser como cuando Colón llegó a América, y eso no resultó bien para los nativos americanos”.
Cierto.
Obvio que Trump no ayuda a la ecuación
En junio del 2017, el presidente de Estados Unidos, retiró a su país del “Acuerdo de Paris contra el cambio climático” en el cual 195 países se comprometen a darle más suave a la emisión de gases tóxicos. Trump sacó a USA de ahí argumentando que no iba a arriesgar a cerrar fábricas y perder empleos y que “Estados Unidos estaba por sobre París” en una de las declaraciones más palurdas e iletradas que se le han oído.
Entonces le preguntaron a Stephen Hawking que le parecía la decisión de Trump y dijo: “Estamos cerca de llegar al límite en el cual el calentamiento global sea irreversible, la decisión de Trump puede empujarnos a ese límite en el que la Tierra se convierta en Venus, con una temperatura de 250º y lluvias de ácido sulfúrico. El cambio climático es una de las grandes amenazas que enfrentamos y solo hay esperanza si actuamos ahora. Negando la evidencia del calentamiento global y sacando a los Estados Unidos del Acuerdo de Paris, Donald Trump le está causando un daño irreparable a nuestro hermoso planeta”.
Miedo.