Las editoriales de Queen Mónica son la brújula que nos guía para entender este país inentendible.

“Una nueva mentira en el caso del homicidio de Camilo Catrillanca. De nuevo se descubre que carabineros faltaron a la verdad”, así de directa y clara comienza la nueva editorial de Mónica Rincón. Estas piezas periodísticas que se han transformado en una suerte de brújula para entender un país completamente inentendible y fuera de control.

“Sale a la luz nuevas imágenes del operativo en que es asesinado el comunero mapuche. Ocultas todo este tiempo, a pesar de que ya se había descubierto la falsedad inicial, de que no había grabaciones. La segunda mentira: que la razón por la que supuestamente se había destruido el registro era que incluía además imágenes privadas del ahora ex oficial. La tercera mentira: que nunca hubo enfrentamiento”, la argumentación comienza con una pequeña reducción. Fueron más de tres las mentiras que salieron desde el Ministerio del Interior y Carabineros (y que fuern secundadas por algunos políticos). Pero esas tres forman un buen marco teórico del engaño.

“Ahora, por goteo sabemos de una cuarta: había más grabaciones. Pero frente a esto, el general director sólo se manifiesta una vez más sorprendido por la revelación, descarta renunciar, dice que conversó con el ministro del Interior y que ya estamos claros con esa información“.

QUEEEEEEEEE. O sea lo primero es que OBVIAMENTE había más grabaciones. Si eso nunca siquiera era cuestionable para alguien con un dedo de frente. Todos los policías andan con GoPros. Todos toditos. En fin, la segunda parte la de “estamos claros” es la que Mónica no dejó pasar.

Nada está claro. Nada de nada. Y así lo expuso:

“No, general Hermes Soto. Es justo lo opuesto. No estamos en casi nada claros. No estamos claros en si hay aún más grabaciones, no estamos claros en si es cierto que se destruyó la primera o si todavía existe, no estamos claros en hasta dónde el Alto Mando está involucrado en este intento permanente por obstruir la acción de la justicia, o si no está involucrado. No estamos claros si hay más gente que le sigue mintiendo al general director y, por lo tanto, no estamos claros en qué capacidad de mando tiene al interior de la institución”.

Pero acá hay una curva argumentativa exquisita. Porque sí hay algo claro. Pero no es lo que dice Soto.

“En lo que sí estamos claros, prístinos incluso- asegura Rincón- es que estos carabineros del operativo, y otros, le han provocado un enorme daño a la institución que tanto dicen amar. Sabemos que un joven de 24 años fue asesinado, que una niña de 6 años perdió a su papá y una mujer embarazada quedó viuda. En eso sí estamos claros”.

Y ahora, con los argumentos construidos como un impecable muro de realidad. Mónica se besa el puño y lo lanza directo al mentón del general director de Carabineros.

“En medio de esta maraña de mentiras y verdades a medias, todavía siguen resonando las palabras del propio Hermes Soto, quien al asumir dijo que él, en la situación de Villalobos, en medio de una crisis como la del caso Huracán, hubiera renunciado”.

“Bueno, entonces él, ¿qué está esperando ahora?”, y bueno, si eso no es un golpe de KO realmente estaríamos en la situación de asumir que Hermes Soto es inamovible.