Olivia Colman, Mahershala Ali, y Rami Malek se suman a una larga lista


Los Premios de la Academia tienen un largo historial por premiar a actores y actrices cisgéneros en interpretaciones LGBTQ+. La mayoría de estas personificaciones son biográficas y la noche del domingo los grandes ganadores de los Óscar 2019 justamente, se llevaron a casa los mayores galardones por interpretar personajes homosexuales.

Tal fue el caso de Olivia Colman por La Favorita, Mahershala Ali en Green Book y Rami Malek en Bohemian Rhapsody.

Estos se suman a las actuaciones de Jared Leto en Buyers Dallas Club, Natalie Portman en Black Swan, Sean Penn en Milk, Charlize Theron en Monster, Tom Hanks en Philadelphia y Hilary Swank en Boys Dont Cry.

Las actuaciones de los actores nombrados se convirtieron en un punto álgido de su carrera, pero sus interpretaciones siempre terminan por visibilizar su capacidad de transformación frente a cámara en lugar de entregar visibilidad a la historia y personalidad de las personas que encarnan.


En esta oportunidad, Coleman personificó a una monarca inglesa envuelta en el centro de un triángulo amoroso con dos miembros femeninos de su corte (Emma Stone y Rachel Weisz, quienes también fueron nominadas al premio por sus respectivos papeles en esta película); En Green Book, Ali encarnó al pianista clásico Donald Shirley, hombre afrodescendiente abiertamente queer que viajó por el sur de Estados Unidos con un chofer racista en plena época de la segregación racial.

El caso más importante corresponde al de Malek, que encarnó a Freddy Mercury en un rol que generó polémica en su casting desde el primer día de producción. Sin embargo, el actor sí se refirió a la sexualidad de Mercury en el marco de su discurso.

“Hicimos una película sobre un hombre abiertamente homosexual, un inmigrante que vivió su vida de la forma que quiso” afirmó además de reconocer que este tipo de historias eran una victoria para la visibilidad de contenido donde prima la temática LGBTQ+.

La situación no deja de ser curiosa, porque existen actores y actrices abiertamente homosexuales que podrían personificar estos roles aunque se produce una situación bastante contraproducente en una de las industrias más “gay friendly” del mundo: cuando los actores y actrices son honestos respecto a su homosexualidad, dejan de aparecer tanto en pantalla.


Tal el es el caso de Ellen Page y Jodie Foster, ambas premiadas y nominadas al Óscar que fueron marginadas de la industria al poco tiempo de confesarse abiertamente lesbianas.

La situación es compleja y el tema no ha sido tocado con precisión. Sin embargo, cada vez los castings en televisión (sobre todo Netflix) comienzan a incluir personas que no actúan como miembros de la comunidad LGBT, sino que lo son de facto. Quizás este 2019, las cosas cambien.