La administración Trump cortó todo tipo de ayuda humanitaria para el tratamiento de cáncer de mamas en Palestina, hasta que “no se abran a un diálogo de paz definitivo con Israel”.


Las mujeres enfermas de cáncer de mamas han sido golpeadas de forma cruel luego de que la administración Trump cortara el programa USAID (que beneficiaba a palestinos con ayuda humanitaria donde primaba la presencia de doctores y trabajadores del área de la salud que atendían de forma gratuita a ciudadanos y ciudadanas del país históricamente ocupado por Israel).

Estados Unidos decidió terminar con el flujo de dinero que beneficiaba a los palestinos el mes de febrero, provocando una situación de alerta dentro de los ya colapsados centros de asistencia médica de la nación. En Gaza y Jerusalén, alrededor de mil mujeres han interrumpido su tratamiento contra el cáncer de mamas teniendo que recurrir a terapias alternativas poco ortodoxas frente a la desesperación.

La ayuda humanitaria hacia la zona -que sumaba cientos de millones de dólares en beneficio hacia la población palestina- fue cortada en medio de tensiones políticas entre la administración Trump y los demócratas que implementaron estos programas, teniendo un efecto devastador en la salud al politizar este tipo de medidas que apaleaban la situación crítica de sanidad vivida en la zona.

Uno de los tantos programas recortados dentro de esta ayuda, corresponde al “Gaza Health Matters” (La Salud de Gaza Importa) donde se entregarían 50 millones de dólares durante un periodo de 5 años para proveer a las mujeres palestinas de asistencia prenatal, tratamiento contra heridas de guerra, exámenes de cáncer de mamas y biopsias.


La situación es todavía más crítica debido a los prejuicios familiares que enfrentan las mujeres de la zona, donde muchas de ellas no pueden atenderse con médicos varones por costumbres culturales. Además, para viajar a Jerusalén -dentro de su mismo país- necesitan de un permiso cuya demora es tramitada por meses.

Reiterando, la situación ha causado que mil mujeres deban buscar ayuda en otros centros de asistencia médica tras la interrupción de su tratamiento contra el cáncer de mamas. Esto no es simple, porque el gobierno de Israel es categórico frente a la entrada de fármacos contra el cáncer que puedan alivianar la salud de los habitantes de las zonas segregadas.

Donald Trump usó esta estrategia como una forma de amedrentar a la comunidad palestina, afirmando en enero que “Cortaré la ayuda humanitaria hacia Palestina hasta que se abran al diálogo para un paz definitiva con Israel” sostuvo.


“El gobierno de Estados Unidos ha jugado un gran rol en el desarrollo de nuestra capacidad hospitalaria” señaló Walid Nammour, CEO del hospital Augusta Victoria de Jerusalén en entrevista para BuzzFeed News. El profesional también afirma que muchos de los doctores presentes en el recinto, se educaron en Estados Unidos gracias a los fondos de ayuda deliberados por gobiernos anteriores americanos.

“Este era el caso antes de que apareciera Trump. Están usando a niños enfermos y vidas humanas para presionar la autoridad palestina, esto es inhumano, ilegal e inaceptable” afirmó.

Los 6 hospitales que atendían a mujeres para el tratamiento contra el cáncer han visto sus fondos recortados de forma definitiva. Además, 34% de los permisos para viajar fuera de la franja de Gaza para recibir tratamiento médico han sido declinados tan solo en 2018, y la cifra de rechazo va en aumento conforme pasan los años.