Porque el psicoanalisis está lejos de ser solo Freud y Jung.
A lo largo de la historia, muchas mujeres han luchado por tener el reconocimiento o espacio en un mundo donde los hombres siempre han sido los que llevan las riendas. Mujeres luchadoras, inteligentes, independientes y defensoras de sus propios derechos, que salen del estereotipo de la mujer que a finales del siglo XX se dedicaban a hacer familia y que la historia no ha reconocido como corresponde.
Que las mujeres son más invisibilizadas es algo que pasa en todos los campos laborales, pero aquí te mostraremos a distintas psicoanalistas que no han tenido el reconocimiento que merecen.
Karen Horney
Karen Horney, fue una psicoanalista alemana y uno de los pocos nombres femeninos que aparecen en el psicoanálisis del siglo XX.
Muy contraria a Freud sobre lo determinante del sexo en la conformación de la estructura psíquica, la teoría de Karen Horney era que la cultura era parte fundamental en la formación de una personalidad, más allá de la biología. Esta teoría se llama “La teoría de Karen Horney” y fue muy polémica en su momento, donde distintos psicoanalistas de la época no concordaban con ella.
A pesar de que nació en Alemania, en una familia donde su mamá no estaba enamorada de su padre y por lo mismo quiso que su hija estudiara medicina, para no seguir el camino tradicional de las mujeres de la época, se erradicó en Estados Unidos donde formó la Asociación para el Avance del Psicoanálisis, donde iban grandes personajes como Erich Fromm.
Sabina Spielrein
Psiquiatra y psicoanalista de inicios del siglo XX, Sabina Spielrein tuvo una vida difícil y muy interesante. Pasó de ser paciente psiquiátrica a una de las mujeres más importantes en el mundo de la psiquiatría. Creó el concepto de “pulsión destructiva y sádica”, sobre el que Freud desarrolló el concepto de pulsión de muerte y nunca se le dio el mérito.
Helene Deutsch
Fue una psicoanalista austríaca y estadounidense y la primera investigadora que se especializó en la psicología de la mujer y en el estudio de la sexualidad femenina y la maternidad.
Estudió medicina en la Universidad de Viena y se especializó en psiquiatría en Munich, donde se casó con el neurólogo Felix Deutsch, que posteriormente fue el médico personal de Freud.
Durante la Primera Guerra Mundial fue asistente en una clínica de Viena, encargada de las madres, esposas o hijas de soldados.
En 1917 nació su hijo Martín Deutsch (reconocido físico atómico) y vivió una serie de conflictos en relación a su maternidad, el “ser mujer” y su relación con su esposo a partir de un análisis que realizó con Freud en 1918, el que buscaba indicadores de neurosis en Helene y no los encontró.
En su desarrollo basados en los enfoques freudianos, recogió ideas del psicoanalista como el complejo de edipo, la envidia del pene, el complejo de castración y el narcisismo, enfatizó en las diferencias anatómicas de los distintos sexos, todo sobre la psique y la sexualidad femenina.
En la época, aunque Helene logró tener una vida independiente, su condición de mujer nunca impidió que pudiera realizarse como profesional y fue una pionera en el psicoanálisis femenino, sólo es considerada una mujer emancipada pero sus pensamientos no concuerdan con el discurso feminista.
Marie Bonaparte
Marie Bonaparte fue escritora, psicoanalista francesa, además de princesa de Grecia y Dinamarca.
Como Marie sufría de frigidez, Rudolf Loewenstein, que fue su último novio y era discípulo de Freud (porque a pesar de su disfunción sexual, igual mantenía relaciones con hombres), le recomendó que se tratara con el famoso psicoanalista.
Desde que empezó a tratarse con Freud, se interesó en el psicoanálisis y estudió medicina para transformarse en una, donde publicó distintos escritos sobre la satisfacción sexual femenina. También fue fundadora de la Sociedad de Psicoanalistas de Paris y de la Revista Francesa de Psicoanálisis.
Como la psicoanalista-princesa tenía muchas riquezas, ayudaba constantemente a Freud en lo económico, como también financió las exploraciones antropológicas de Géza Róheim. Además, ayudó a Sigmund a escapar de la Alemania Nazi.
Y a pesar de todo lo que hizo ¿por qué es recordada? por su anorgasmia.
Frieda Fromm-Reichmann
Frieda Fromm-Reichmann nació en 1889 en Alemania, se formó en medicina, neurología, psiquiatría y psicoanálisis y se nacionalizó como estadounidense tras huir de los nazis. En Estados Unidos trabajó el resto de su vida en el sanatorio Chesnut Lodge, investigando sobre la esquizofrenia y tratando el problema del funcionamiento de un hospital psicoanalítico como una comunidad terapéutica.
Empezó a trabajar como doctora en la Primera Guerra Mundial y después abrió un centro de atención psiquiátrica de orientación psicoanalítica para jóvenes judías. Se conoce por ser pionera en la psicoterapia de orientación psicoanalítica en el tratamiendo de personas con psicosis y como una representante de la tendencia del neofreudismo.
Perteneció al Instituto Psicoanalítico de Frankfurt, donde conoció a Erich Fromm, que fue su paciente y después se transformó en su esposo.
¿Y saben por qué es más recordada? Por ser la esposa de Erich Fromm.
Si quieres leer sobre más historias de mujeres psicoanalistas que no han sido valoradas como lo merecen, puedes ver aquí el hilo de Paula Sáez, que nos inspiró a realizar este post.