Algo necesario para evitar enfrentamientos latosos y poder vivir una sana convivencia al estilo Friends.
Debiese existir un dicho específico respecto a lo que otorga la experiencia, pero no lo encuentro. Solo me limitaré a decir que como provinciano llegué a Santiago para vivir en una cantidad indefinida de departamentos que se echaban a perder, tenían goteras, eran calurosos y hasta penaban.
Sin embargo, no estamos acá para conversar sobre las pesadillas inmobiliarias que la mayoría atravesamos durante la primera mitad de nuestros 20 (eso lo puedes encontrar acá), sino de los compañeros de piso que muchas veces nos han sacado ronchas.
Existen cosas que arruinan mi día, como por ejemplo, las señoras velociraptor del metro o las micros. Pero nada se compara a lo que han tenido que vivir mis compañeros de trabajo a la hora de tener conflictos con las personas que viven bajo su techo. Desde pollos podridos desperdigados por la cocina, olor a marihuana 24/7, hasta abandono de sus propias mascotas cuando se van de vacaciones.
Juntos elaboramos un lista que podría ayudar a la convivencia de otras personas que pasan por momentos desagradables a la hora de abandonar la casa de sus padres.
Quizás no sea demasiado tarde.
No es necesario estar siempre juntos
Friends instauró la idea romántica de que las personas que viven juntas, se la pasan agrupadas muertas de risa en cafés y espacios comunes. Esto no puede ser más lejano de la realidad. Es bueno compartir con las personas que vives pero todos necesitamos espacio de silencio para estar en calzoncillos viendo Tacaños Extremos sin mayor necesidad de otro ruido que no sea el de ese increíble/horroroso doblaje en español latino.
Habla
Son adultos. Si alguna de las personas con las que compartes departamento hace una fiesta y te molestó que dejase todo cochino, de nada van a servir las indirectas. Son mejor un par de minutos de conversación para zanjar el tema de raíz antes de semanas de miradas furiosas y portazos salidos de una teleserie mexicana.
Con la comida no, perrite
Acá hay que dejar las cosas claras: si desde un principio acordaron que las compras se dividen, LA COMIDA DEL OTRO NO SE SACA. Está bien sacar un poco de aceite o azúcar de vez en cuando, pero bajo ninguna circunstancia te acerques a las galletas o pastas 3 minutos de tu roommate si no las vas a reponer en un margen de media hora. Y ojo, que la reposición debe ser idéntica al producto en cuestión. Los tallarines son sagrados y en la universidad constituyen la base de la pirámide alimenticia, sacarlos significa un atrevimiento de proporciones bíblicas.
No hay que ponerle demasiado color
Si vives con un amigo o amiga o amigue cercano, piensa cuan importante es su relación como para arruinarla con pequeñas e innecesarias peleas que pueden surgir ante la falta de paciencia de quien llegó antes. Durante este periodo se aprende a vivir y convivir fuera del núcleo familiar y este no es un proceso fácil y requiere tiempo y entendimiento. La cosa es no llegar al extremo de la irresponsabilidad y la neurosis extrema entre los convivientes.
Respeta las finanzas de los convivientes
Si eres dueño del departamento o tienes un sueldo considerablemente superior al de tu roommate, no te pongas a hacer planes como contratar una persona para que limpie el lugar o dividir las compras de la limpieza de forma equitativa. Piensa que si existimos tantos jóvenes compartiendo departamento es porque no podemos darnos el lujo de acceder a uno por nuestra cuenta y cada peso sirve para ahorrar a futuro.
Avisa
No hay nada peor que llegar tarde a tu casa desde tu trabajo/universidad y que tras abrir la puerta te reciba una tufada de marihuana y mirar las latas de cerveza vacías sobre los sillones donde pensabas, podrías tener tu momento de relajo. La comunicación es primordial en estos casos, y un grupo de WhatsApp entre los convivientes se transforma en una regla primordial que debe existir para estos casos.
Usa audífonos
Por favor, tanto como quienes viven contigo como tus vecinos te lo agradecerán.
Es normal no hablarse todo el tiempo
No porque vivas con alguien se tienen que generar instancias donde prime la amistad y buenos momentos 24/7. Todos necesitamos esos domingos de soledad en los que no queremos despegarnos de Netflix, y es una costumbre arraigada que llevamos desde la casa de nuestros padres. Está bien querer un tiempo para ti y no hay nada de egoísta en ello.
Normas básicas de higiene.
Esto varía por supuesto si el departamento tiene más de un baño y tienes la chance de tener uno propio y no tienen que compartir. Pero si es así, o por ejemplo hay uno para los arrendatarios y otro para “visitas” es muy pro muy importante establecer una serie de normas y políticas a seguir. Por ejemplo, si uno hace una fiesta una noche, debe limpiar el baño “de visitas” al otro día puesto que fueron sus invitados los que lo usaron. Si tienen que vivir la experiencia de compartir el baño será primordial, clave, establecer políticas sobre normas básicas para el uso: Por ejemplo, discutir con altura de miras si optarán por la opción papeles al papelero o al water; cada cuánto se “hará el baño” y cómo dividirán esa tarea; reglas para el uso de la ducha, duración, preocupación de no dejar pelos y/o otros residuos en la tina (ha pasado y sabes de qué hablamos), etc. De otra forma el ítem baño puede ser causal del término de la relación.
Esperamos de todo corazón que estos consejos te sirvan para poder desarrollar una sana convivencia. ¿Tienes un par de consejos para sumar a la lista? ¿Cuáles son las actitudes que a tu juicio más molestan de los compañerxs de depto?