Se esperaba que fuese un domingo de pascua pacífico y reflexivo para la población católica de Sri Lanka, país con más de 20 millones de habitantes y una minoría cristiana de tan solo el 7% del total de su población.
Sin embargo, una serie de ataques simultáneos perpetrados por un grupo yihadista dejó un saldo de 290 muertos y 500 heridos al hacer estallar diferentes coches bombas en hoteles y parroquias del país.
Se trata del atentado más mortífero que ha vivido la isla luego del cese de la guerra civil el año 2009; este enfrentamiento -motivado por roces religiosos- duró 30 años dejando un saldo de 100 mil muertos.
Se ha detenido a una decena de personas, sin embargo, las autoridades no han podido dar con la agrupación responsable de las acciones y afirman incluso, que podrían ser sujetos controlados por un organismo internacional (como ISIS, por ejemplo).
Sri Lanka es un país de mayoría budista que ha vivido diferentes tensiones entre sus grupos étnicos. Esta mayoría religiosa se ha visto fuertemente enfrentada con el segundo grupo más grande del país, los hinduistas. Los musulmanes ocupan el tercer lugar dentro de los credos que componen demográficamente a la nación.
Mientras tanto, Facebook se ha comprometido a eliminar contenido relacionado a los ataques dentro de su plataforma. Esto se debe al número exorbitante de aficionados que han publicado contenido sensible respecto a los hechos.
La red social (al igual que WhatsApp e Instagram), se han bloqueado temporalmente en el país dificultando la comunicación entre los supervivientes y sus familiares.
“Equipos de Facebook han estado trabajando para apoyar a los equipos de rescate y de aplicación de la ley, así como para identificar y eliminar el contenido que viola nuestros estándares”, dijo la empresa en un comunicado publicado por medios de comunicación estadounidenses.
“Estamos al tanto de las declaraciones del Gobierno (de Colombo) sobre el bloqueo temporal de las plataformas de medios de comunicación sociales -indicó-. La gente confía en nuestros servicios para comunicarse con sus seres queridos y estamos comprometidos con el mantenimiento de nuestros servicios y la ayuda a la comunidad y el país en este momento trágico”.
Los habitantes del país se muestran temerosos frente a los atentados asegurando que es solo el inicio del término de una paz que se prolongó por alrededor de 10 años.
“Es realmente triste, pensé que Sri Lanka había dejado atrás toda esta violencia, pero ahora es triste ver que ha vuelto” sostuvo un testigo para BBC Mundo.