Ayer te contamos sobre la licitación de una aplicación del Servicio Nacional de Turismo para la empresa Hopin Spa, creada por Cristóbal Piñera Morel y sus socios. Piñera Morel ha sido fuertemente cuestionado por acompañar a su padre en un viaje a China y de esta forma realizar un evidente lobby político. Sin ir más lejos, Hopin logró adjudicarse 93 millones de pesos por esta licitación, siendo el monto más grande entregado por una empresa estatal a otra de características privadas.

Piñera Morel aseguró que su viaje a China, cuestionado incluso por alas de la derecha más dura, había sido financiado por el mismo y que su labor fue tan solo recreativa. Respecto al primer punto, la FACH aseguró que dentro de la comitiva presidencial no se puede cargar un costo a personas específicas desmintiendo sus palabras según la investigación realizada por transparencia.

Además, diputados opositores que también se encontraban en la comitiva, aseguraron que Cristóbal Piñera sí se reunió a puertas cerradas con su padre y empresarios chinos, y que su participación dentro del viaje fue mucho más activa de lo que él reconoce.

Toda esta información fue sintetizada y dada a conocer por el Interferencia, medio de comunicación independiente que hoy publicó otra bomba que compromete todavía más la imagen del gobierno en una de las que catalogan como “dentro de las peores crisis que el oficialismo ha tenido que afrontar en este segundo periodo presidencial”.

Resulta que el año 2012, Cristóbal Piñera Morel realizó otro viaje al continente asiático cuando su padre era presidente durante su primer periodo.

A un año del terremoto y tsunami que azotó las costas japoneses, Piñera llegó hasta ese país acompañado de su hijo. Antes, padre e hijo pasaron por Vietnam y Corea del Sur. La revista Que Pasa -la misma de que sacó a la luz el Caso Caval- dio cuenta del hecho pero no hubo repercusión mediática alguna; quizás se deba a que la proliferación de las redes sociales todavía se encontraba en manos de un sector desinteresado de la política.

Sin embargo, lo interesante del suceso, es que Cristóbal Piñera continuó de forma autodidacta su viaje por Asia, llegando hasta la India para reunirse con desarrolladores de software por un proyecto que recién se estaba gestando. Adivinaste: hablamos justamente de Hopin.

Frente a la situación, Sebastián Piñera apeló al sentimentalismo afirmando que los medios de comunicación han actuado con maldad en contra de su familia.

 “Cargarle la mano a mi familia me parece injusto y de una tremenda maldad” sostuvo para Ahora Noticias de Mega.

El mandatario continuó insistiendo que su hijo había pagado los costos del viaje, información que fue desmentida por transparencia como comentamos al inicio de esta nota.