Era el año 1999 y el mundo intentaba dejar atrás su historia para avanzar hacia un nuevo milenio de forma optimista, aunque con cierta paranoia. Internet era para unos pocos y los computadores, también. Las películas adolescentes se llevaban las glorias de la taquilla, con Austin Powers y Titanic arrasando entre las preferencias. El calentamiento global parecía una causa que se solucionaría reciclando y nadie esperaba los horrores e incertidumbre que traería el 9/11.

Dentro de este optimismo que se reflejaba en Friends y series como Sex and The City, apareció un argumento que nadie esperaba escuchar y menos, que se transformase en un éxito: un niño pequeño que era atormentado por el don de ver gente muerta.

Como premisa causó curiosidad entre la audiencia y pronto se transformó en la sensación del terror contemporáneo. Desde El Exorcista, ninguna película había creado tanto pánico colectivo. Incluso, se habló de que muchos padres llevaron a sus hijos hasta el cine pensando que se trataba de una película liviana y familiar, desatando el caos dentro del estricto sistema de censura en Estados Unidos (y países como Chile).

Haley Joel Osment interpretó a Cole, un niño con la habilidad de ver gente muerta y que es atormentado por ello. Su psiquiatra lo ayuda a enfrentar la situación, en un principio bastante escéptico respecto a la situación, aunque después termina convencido sobre esta habilidad. Este no es el mayor spoiler de la película, sino sus últimos 5 minutos, que no diremos en esta nota para no arruinar la curiosidad de personas que todavía no han visto el film.

“Sexto Sentido” creó un género de terror por sí solo, en pleno auge de los slasher films donde adolescentes eran asesinados sistemáticamente por un personaje misterioso, la película de M.Night Shyamalan creó el concepto de “terror psicológico”. Básicamente, abrió las puertas a que otros directores pudiesen hacer lo mismo, usando un argumento fuerte en lugar de sangre y efectos especiales.

La realización de la película fue tan meticulosa, que las escenas donde los actores pueden ver su aliento ante la presencia de un espíritu fueron creadas con frigoríficos reales. La película fue nominada a 9 premios de la academia, incluyendo un premio para Joel Osment de tan solo 10 años. Tal legado ha permanecido y Sexto Sentido definitivamente se ha convertido en una película atemporal. Aunque pasen 40 años, seguirá siendo un clásico, que ahora puedes ver desde la comodidad de tu casa gracias a que Netflix la incluyó hace un tiempo en su catálogo.