Cuando Piñera afirmaba que Chile era un “oasis” en América Latina, se proyectaba “Joker” en las salas nacionales. Dos semanas después de los dichos del mandatario y con la película todavía en proyección gracias a su éxito, el estallido social tuvo a muchos manifestantes vestidos con la indumentaria de Joaquín Phoenix ¿Coincidencia? No lo creo, después de todo el también llamado “bromas” se convirtió en una protesta hacia el individualismo (principal problema en el que deriva la desigualdad que existe hoy en día en Chile) convirtiéndose en un llamado hacia luchar contra lo establecido.

La película se convirtió en la primera con calificación adulta en superar la barrera de los mil millones de dólares, todo un reto si consideramos que las producciones de mayor recaudación son en su mayoría, de ciencia ficción y con grandes estrellas a la cabeza.

Un retrato angustiante que dividió a psicólogos y especialistas que aseguraban, podía representar un peligro que traería más amenazas para la seguridad pública. Sin embargo, y como vivimos en una época aceleracionista, la audiencia pedía una segunda parte y sus deseos fueron escuchados.

The Hollywood reporter (uno de los medios más confiables en términos de espectáculos) aseguró que el director de la película, Todd Phillips, negoció con Warner la adaptación de más películas de orígenes del universo protagonizado por el Guasón.

Sin embargo, por términos de derechos de autor y todo lo que implica, los ejecutivos de Warner habrían rechazado esta propuesta pero confirmaron que se dará luz verde a una secuela del éxito de este año y que también será protagonizada por Joaquín Phoenix.

Es evidente que saldrá una segunda parte en momentos donde el cine necesita de ideas frescas en lugar de seguir apuntando por remakes. Sin embargo, no podemos no agradecer el sentimiento que generó una producción a una sociedad que se levantó al unísono del otrora enemigo de Batman (cuya popularidad se ha puesto en boga).