Desde el extranjero se conmueven: ningún país en conflicto social (Ecuador, Colombia y Hong Kong), ha demostrado tener una fuerza policíaca tan brutal como la de Chile. Más de 200 personas han perdido sus ojos, siendo el caso más grave hasta ayer el de Gustavo Gatica, quien a los 21 años fue dejado ciego por los disparos de carabineros.
Ayer se sumó al estupor nacional el caso de Fabiola Campillay, una mujer de 36 años, que se encontraba camino a su casa cuando recibió una bomba lacrimógena en pleno rostro.
Vecina de la comuna de San Bernardo, Fabiola se encontraba camino a su trabajo hacia la planta de Carozzi en el sector de Nos cuando se topó con una manifestación. Carabineros disparó a discreción hacia su rostro provocándole diversas fracturas de cráneo y la pérdida completa de sus ojos.
En urgencia, los doctores aseguraron que debido a la gravedad de sus heridas Fabiola ha sido puesta bajo coma inducido.
La situación provocó que la Municipalidad de San Bernardo se querelle de manera formal para que se busquen a los responsables de la situación.
El municipio señaló que la acción judicial es a raíz de “los inaceptables hechos ocurridos la noche de ayer en el sector de Cinco Pinos de nuestra comuna, que tras el resultado de la acción policial, la joven mujer Fabiola Campillay sufrió lesiones gravísimas con la pérdida total de un ojo y el compromiso del otro” (en ese entonces todavía no se confirmaba la noticia de su pérdida completa de visión).
En el comunicado se agregó que “la autoridad edilicia ha manifestado su decisión de ejercer esta acción penal en defensa de los derechos de Fabiola Campillay, que también comprometen la seguridad de la población, expuesta a la acción indiscriminada de los agentes policiales” agrega la carta firmada por Nora Novas, alcaldesa de San Bernardo.
Desde Carabineros dijeron: “Le entregamos nuestro afecto y lamentamos profundamente lo ocurrido”.