En un programa radial del T13, hoy Constanza Santa María, se refirió a que en nuestro país, hay una “sobre reacción” por mutilaciones oculares sufridas por manifestantes.

Sus palabras causaron escozor, dolor, e indignación.

Algunos criticaron sus dichos como exentos de ética, humanidad, exactitud incluso. Otros la acusaron de irresponsable. Twitter estalló en llamas. Y bien está, no puede ser que alguien con tanta tribuna y audiencia comente algo así. Las violaciones a DDHH, son lo mismo en el primer, segundo o tercer mundo, intolerables.

“En Francia, cuando uno ve el actuar de la policía frente a los manifestantes cuando están provocando incidentes. Es bastante duro. No lo justifico, pero por lo general vemos a los países desarrollados como un ejemplo. En Francia han habido durante los últimos 3 meses, cientos personas heridas con perdigones en los ojos. En un número bastante más alto que nuestro país. Parece que allá no fuera tema y ahí es donde parece que hay una sobrerreacción en nuestro país” opinó la periodista.

Acá la cosa se pone oscura porque el error de cálculo de Santa María es bastante grosero. Francia registra 43 casos de personas con lesiones oculares producto de perdigones de la policía en casi cuatro años.

Chile tiene 405 en tres meses. No por nada el colegio médico y de oftalmólogos catalogaba la situación como una catástrofe, una epidemia, y que el Estado chileno estaba batiendo todos los “récords” respecto a mutilaciones oculares contra su propia población.

No estaban SOBRE REACCIONANDO.

Siguiendo con el ejemplo de Francia, Macron reconoció que existieron conductas inaceptables y le exigió al ministro del Interior que mejore la estrategia.

Según el INDH, en Chile más de 400 ojos han sido mutilados por agentes del Estado. ¿Cómo va ser, criticar, verse afectado por eso, una sobrereacción? Gustavo Gatica, Fabiola Campillai, jamás podrán volver a ver.

Ayer Jorge Mora, hincha de Colo Colo, murió atropellado por un camión policial que se abría paso como una bestia salvaje por entre los manifestantes y se transformó en el muerto número 28 a manos del Estado de Chile desde octubre del 2019.

Irresponsable y poco empáticas son las palabras de la periodista, sobretodo al querer compararse con otro país para buscar una especie de empate moral. No vale la pena siquiera esforzarse en decir que acá las cosas están bien, porque no es así.

Pareciera ser que, para algunxs periodistas instaladxs cómodamente en élite comunicacional, es fácil hablar sobre cómo deberían ser las cosas. Parece que no son suficientes, para ellos, las atrocidades ocurridas desde el 18O. No debería volver a suceder cualquier violación a algún derecho humano. No más ojos reventados. Quizás Constanza Santa María ha estado en Plaza Dignidad, quizás incluso apoya las demandas sociales. Pero aquí le faltó el respeto al pueblo chileno, que aún sangra por derechos, dignidad y justicia. Entonces no, no se exagera.

Por último, desde Francia no quisieron ser menos y también le pidieron a Santa Maria que se ubicara.